Oscars 2024 | Pablo Berger: "Le dije a Spielberg que era una de las razones por las que me dedico al cine"
El director compite por su primer Oscar gracias a la película de animación 'Robot dreams', una cinta que ya ha ganado el Goya y un Annie y que espera triunfar la noche de los Oscar imponiéndose a Spiderman y a Miyazaki
Cadena SER
Los Ángeles
Pablo Berger está feliz de estar en Los Ángeles, de estar nominado al Oscar y de haber llevado su pequeña historia de amistad a todos los lugares del mundo. "Afortunadamente esto empezó en Cannes, pero luego hemos ido sumando premios, ganamos en Sitges, visitamos cientos de festivales, estuvimos en los Goya, en los premios del Cine Europeo y ahora ya la guinda del pastel, que son los Oscar", dice el director en una entrevistas a escasos metros del Dolby Theater donde el domingo acudirá a la gala de los Oscar.
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Berger es un director atípico, que no le gusta encasillarse en ningún género. de ahí que haya rodado cosas tan diferentes como Torremolinos 73, sobre una pareja española, Candela Peña y Javier Cámara, que se grababa practicando sexo o la cinta en blanco y negro Blancanieves, con la que ganó el Goya, o la inclasificable Abracadabra. El año pasado nos sorprendió con su primera incursión en la animación, una forma de narrar, más que un género, insiste el director. "Ha sido una experiencia muy especial. Ha tenido grandes reconocimientos, pero sobre todo me he sentido muy cómodo en el medio. Yo pensaba que la transición iba a ser muy complicada, de imagen, de animación y ha sido todo lo contrario, muy natural. Yo tengo mucha paciencia y esa era una cualidad requerida en la animación", explicaba Berger, un director que dedica mucho tiempo a sus películas. "Claro que podré hacer animación, pero eso dependerá de las historias. Yo me muevo más por eso y aquí es importante recordar que la animación no es un género, es un medio. Si la historia necesita de la animación, haré una película de animación", insiste.
Robot Dreams comenzó su presentación en el pasado Festival de Cannes, fuera de competición. Allí se fijó en ella la distribuidora Neon, la misma que convirtió en un fenómeno a la Parásitos. En aquel momento, tonto presagiaba que la película tendría una buena recepción en Estados Unidos, pero pensar en el Oscar eran palabras mayores. Berger está disfrutando del momento y también de conocer a algunos de sus referentes, como Spielberg. "Estaba haciéndome una foto con la presidenta de la Academia en el almuerzo de nominados y, de repente, miro atrás y quién se estaba sacando la foto al otro lado era Steven Spielberg, y de repente se coloca detrás mío para hacer el photocall. ¿Cómo perder esta oportunidad? Obviamente, aproveché el momento, le estreché la mano y le dije que él era la razón, o una de las razones, por las que hacía cine. Su película Tiburón fue la primera película en la que yo fui consciente de que había un director, detrás. Le conté lo que yo sentí viendo Tiburón con mis padres en una gran sala de cine con mil personas, y él estaba muy agradecido. Y luego él me preguntó qué hacía allí, por qué película estaba nominado", nos contaba en la Cadena SER.
Justo esta semana llega a los cines americanos. En realidad Robot dreams habla de un tema universal, la amistad y la manera de superar los contratiempos de la vida. Una emotiva historia de un robot y un perro que Berger adaptó de la novela gráfica de Sara Vanon que nos acercaba al Nueva York de los 80. Precisamente con él hemos visitado una tienda de cómics en Los Ángeles, Golden Apple Comic, donde se vendía ese ejemplar.. Robot dreams nos presenta a Dog, un perro solitario que vive en Manhattan. Pasa sus días entre paseos, videojuegos y alguna película pero a la hora de cenar siempre se mira con tristeza en el reflejo de la televisión. Un día decide comprar y montar un robot, un amigo que le haga compañía y con el que salir por la ciudad. Su amistad crece al ritmo del Nueva York de los ochenta. Patinando en el parque, en la bolera, comiendo, viendo películas, hasta que, en una excursión en la playa, se tienen que separar a la fuerza. Sin diálogos pero con una precisión emocional conmovedora, Berger compone una historia de pérdida y fragilidad, de amor y melancolía, en esa búsqueda por volver a estar juntos.
Esa historia ha hecho que conecte con un público joven, algo que comparte con La sociedad de la nieva, la otra película española presente en esta edición de los Oscar. "A mí eso me alegra muchísimo. Yo tengo una hija de 20 años y sé que sus compañeros de la universidad han visto Robot Dreams. Y sé que el público joven la ha apoyado y eso es es fundamental, porque necesitamos público para nuestras películas futuras. Yo creo que que es muy especial y que la animación es un cine que que atrae mucho al público joven, esa es una de las razones porque Robot dreams está conectando con el público joven". También con un público cinéfico, pues Berger incluye referencias cinéfilas, como el plano del puente de Manhattan que avistamos en Annie Hall. También musicales, con September, el tema que suena en distintas versiones, referencias idiosincrásicas, como Halloween, o incluso históricas, como el bolso de Naranjito, mascota del mundial 82, que lleva el personaje protagonista.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...