Red Bull domina el GP de Arabia Saudí , Alonso defiende un meritorio quinto puesto y Bearman salva los muebles con Ferrari
El piloto asturiano aguantó durante toda la carrera la presión de Russell para mejorar las expectativas de Aston Martin
Madrid
La Fórmula 1 llegaba a Jeddah, Arabia Saudí, para un fin de semana de velocidad trepidante a escasos milímetros de los muros. Verstappen y Pérez vuelven a hacer lo suyo y firman un nuevo 1-2 para Red Bull, con un Ferrrari, el de Leclerc, subiéndose en el tercer escalón del podio. Por detrás, una más que meritoria quinta posición para Alonso, que apuntaba antes de la carrera al séptimo como mejor resultado posible. Sainz, operado de apendicitis este pasado viernes, dejó su Ferrari en manos del novato Oliver Bearman, de apenas 18 años, y el británico ha solventado la papeleta con solvencia y un séptimo puesto por encima de veteranos como Norris o Hamilton.
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La salida del segundo gran premio del año fue relativamente tranquila, a pesar de que las primeras 's' de Jeddah suelen dar lugar a toques y contactos. Alonso, desde la P4, sólo pudo mantener la posición hasta que el DRS entró en juego y el Mclaren de Piastri, superior en carrera, le borraba las pegatinas. En cabeza, Verstappen defendía sin problemas el liderato y Pérez hizo lo propio con Leclerc para colocar el 1-2 de Red Bull en los primeros compases. Cuando la carrera ya parecía sentenciada, Stroll perdía su Aston Martin en las curvas rápidas y obligaba a dirección de carrera a sacar el coche de seguridad a pasear.
Aprovechando la rebaja de tiempo, los principales contendientes apostaron por parar, montar gomas duras e intentar llegar al final de carrera. Fue el caso de Verstappen y Pérez, pero también de Alonso y Leclerc. Con la hora punta en la calle de boxes, algunos pilotos se veían perjudicados en su salida. Pérez intentó ser más listo que el resto y los directores de carrera le penalizaron con 5 segundos por 'unsafe release'. Norris vivió una situación parecida, pero la FIA no consideró que la accion del británico mereciese sanción alguna.
Con la retirada del coche de seguridad, tan solo Norris, Hamilton y Piastri permanecían en pista con los medios de inicio. Precisamente estos dos pilotos protagonizaron una batalla larguísima por la quinta posición, en la que el británico defendía ensanchando su Mercedes entre los muros saudíes y el australiano buscaba meter el morro con algo más de ritmo. Alonso, en la séptima posición que él mismo había predicho gracias a las simulaciones del equipo, sostenía la presión del Mercedes de Russell. El británico, a su vez, mantenía distancia con el debutante Oliver Bearman a los mandos del Ferrari de Sainz.
Norris y Hamilton apuraron sus gomas medias de inicio y apostaron por las blandas en una parada tardía para intentar llegar al final. En el lance, perdieron posiciones y además se enzarzaron en su particular pelea, por lo que perdieron algo de fuelle en su intento de escalar por la parrilla. De eso mismo informaba el equipo verde a Aston Martin por la radio: los británicos perdían tiempo en la batalla, pero lo ganaban con las gomas blandas, poniendo cada vez más presión sobre el novato Bearman a los mandos del Ferrari.
Sobre la línea de meta, Verstappen volvía a celebrar con el muro de Red Bull y con una ventaja de siete segundos sobre su compañero mexicano. Leclerc pone un Ferrari en el podio por segunda semana consecutiva y Alonso mejora las previsiones de Aston Martin ganándose los 10 puntos de un meritorio cinco puesto. Bearman, en su primera vez rodando con el Ferrari, salva los muebles con un séptimo puesto y se lleva un merecido premio al piloto del día.