Suspendido el encuentro entre el CF Motril y Atlético Melilla por graves altercados entre la grada y los jugadores
El encuentro de Tercera Federación vivió un episodio lamentable
El partido Motril-Atlético Melilla, del Grupo IX de Tercera RFEF, fue suspendido este sábado en el descanso por el árbitro, el malagueño Francisco Manuel Jiménez Hidalgo, por un enfrentamiento en la grada de tribuna entre aficionados locales y jugadores visitantes después de que fuera expulsado un técnico del equipo melillense.
El encuentro, que hasta entonces discurría con total normalidad y con un 2-0 favorable al Motril, se vio alterado en el minuto 44 tras la expulsión de un integrante del banquillo del equipo melillense, supuestamente por recriminarle algo al colegiado y por encararse con el público, después de la indicación de uno de los auxiliares.
El miembro del equipo técnico del Atlético Melilla se negó en un principio a marcharse del terreno de juego, algo que hizo con posterioridad, y justo en ese momento se produjo una trifulca en el graderío entre un miembro de la expedición melillense que estaba en esa zona y varios aficionados locales, con la participación también, al parecer, del expulsado.
Este incidente coincidió con el final de la primera parte, por lo que varios jugadores del equipo visitante, cuando se iban para el vestuario, acabaron subiendo a la grada para unirse a la trifulca que se había ocasionado y que acabó con varios intentos de agresiones entre los presentes y con un espectador local que tuvo que ser tratado por los servicios sanitarios al haber recibido un impacto desde el campo.
Minutos más tarde, y ya con los jugadores en el vestuario, se personaron en el estadio de este municipio costero granadino varias patrullas de la Policía Nacional y de la Local. Según ha indicado el CF Motril en sus redes sociales, el colegiado del partido, tras la llegada de la Policía Nacional, quiso "continuar el encuentro", algo a lo que el Atlético Melilla 'se ha negado, primero, por su combinación en el viaje de regreso y, después, por no poder, a su parecer, garantizarse la seguridad'.