Jesús Carrasco: “Hay tanto misterio en una soldadura como en el Antiguo Testamento”
El autor extremeño presenta “Elogio de las manos” (Seix Barral)
Jesús Carrasco: "Quien no ha cogido nunca un martillo es como quien no ha leído el Quijote"
Madrid
“Cada oficio, cada trabajo que implica el uso del cuerpo, de las manos, genera una gestualidad propia, un lenguaje. Da igual que sea el tenis, el herrado de caballos, la limpieza del pescado o la afinación del piano. Se ve en la danza, en las imprentas, en las alas de oncología pediátrica. Cuando un oficio desaparece se va también su lenguaje corporal. Los pequeños gestos precisos, las ligeras calibraciones, los olores sutiles que libera el tejido del casco del caballo cuando es repasado con la gran lima.”
La novela, último Premio Biblioteca Breve, hace un elogio no solo del trabajo manual, reivindica también lo rural, la recuperación de la idea de pueblo. “El medio rural español ha estado desaparecido durante décadas de la literatura, de los medios... Me parece relevante que ahora mucha gente se acerque, aunque luego muchos se desentiendan, pero que lo conozcan y que, algunos, se queden”.
Carrasco se siente muy orgulloso de sus orígenes: “Soy un hombre de pueblo. Quien soy se lo debo a haber nacido en ese espacio. Yo tuve esa experiencia y quisiera que mis hijas la tuvieran también”.
Se reconoce fascinado por el trabajo manual, “quien no ha cogido un martillo en su vida le pasa como a quien no ha leído el Quijote, le queda una gran experiencia por delante...Cuando construimos algo con nuestras manos, creamos algo donde antes no existía”. “Crecí en un taller de encuadernación, con los olores a engrudo, a cuero... Era un trabajo que tenía una gran dignidad. Es necesario crear una relación positiva con aquello que nos rodea”.
Una de las palabras más recurrentes de la novela es “embeleso”. “El embeleso es la abstracción, la fusión quien trabaja y aquello con lo que trabaja”.