Hora 25La cena de los idiotés
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Una periodista plantea un dilema real en 'La cena de los idiotés' y todos enmudecen

La periodista Olga Rodríguez ha planteado una historia espeluznante y más real de lo que pensamos: una familia, dos hijos y una muerte segura

"Ha sido una bofetada": la periodista Olga Rodríguez enmudece a 'La cena de los idiotés' con un dilema real

Madrid

"Esto es una historia real", ha advertido la periodista Olga Rodríguez antes de exponer su dilema en 'La cena de los idiotés' y enmudecer a todos los presentes. Lo ha hecho, concretamente, contando la historia de la familia gazatí de Samira, Tareq y sus tres hijos. Un relato en el que la muerte está muy presente y al que, por primera vez en el programa, ninguno de los invitados ha podido dar una respuesta. "Creo que es la primera vez que me siento incapaz de responder", ha dicho Caballero.

"Samira y Tareq viven en el norte de la franja de Gaza. Cuando comienza la ofensiva, empiezan a plantearse qué hacer. Hay bombardeos diarios. El ejército israelí, desde el aire, lanza octavillas que ordenan que la población vaya desplazándose hacia el sur de la franja. Ellos son hijos de refugiados palestinos del 48 y temen irse y no poder volver nunca más a su hogar", ha relatado Rodríguez. En un principio, la familia decide quedarse en casa con sus hijos de once, nueve y ocho años. Tareq es médico y trabaja en un hospital cercano. Conforme transcurren los días, hay bombardeos que afectan a edificios del barrio. Empiezan a perder a familiares, amigos, vecinos.

"La cosa se va complicando y, en un momento dado, se plantean que tienen que huir. La situación es insostenible y tienen que intentar llegar al sur a través de la vía principal. Tareq no quiere abandonar a sus pacientes, un dilema que tienen muchos médicos. Samira lo entiende. Entonces deciden que Tareq se quede en el hospital. El centro, de hecho, ya ha sido asediado en una ocasión. Han muerto algunos doctores, tres de ellos de Médicos Sin Fronteras", ha señalado.

Uno de ellos, como ha recordado la periodista, escribió antes de morir en una pizarra: "Hemos hecho lo que hemos podido, recordadnos". Un mensaje que dio la vuelta al mundo. La familia se despide sabiendo que existe la posibilidad de que no vuelvan a verse nunca más. "Samira y sus hijos emprenden su camino. Se quedan primero en la zona centro, en casa de unos amigos, donde van a esperar la llegada de otros familiares. Dos hermanas de Samira no llegan, no saben si les ha pasado algo. Pasan los días, la comida escasea y tienen que beber agua no potable. Los niños enferman, tienen diarrea. Los bombardeos y los ataques continúan. Explota el edificio y los niños ven muchos cadáveres. Deciden que tienen que irse de ahí". Conforme la historia avanza, la mesa de 'La cena de los idiotés' enmudece y la escucha con atención.

"Avanzan más hacia el sur, donde están apelotonados y arrinconados cientos de miles de refugiados. Una mañana, Samira se va con el hijo mayor, de 11 años, a un reparto de ayuda humanitaria en Rafah. Cuando están allí, el ejército israelí dispara. Hay una marabunta. Momentos de pánico. Y en esa huida, pierde a su hijo. Con un desasosiego tremendo, confía en que si el niño está bien, va a saber volver, porque tiene buena orientación. Transcurren 24 horas y el niño no ha vuelto. Samira empieza a plantearse que tienen que intentar salir de Gaza, pero Israel no deja entrar a la prensa internacional, ni tampoco deja salir a nadie. Los únicos palestinos que han podido salir son los que tienen doble nacionalidad".

La familia de Samira no tiene doble nacionalidad, por lo que no pueden salir. "Están atrapados. Realmente no hay salida", ha insistido. Se produce un ataque justo donde están ellos en el que mueren 11 personas. "Saben que la única opción para salir es pagar un soborno en la frontera egipcia. La media son 9.000 o 10.000 dólares por cabeza, pero solo tienen para uno", ha puntualizado. Es entonces cuando Rodríguez ha planteado los diferentes dilemas que presenta esta historia: "Qué haces, ¿te separas de uno de tus hijos cuando sabes que al otro lado de la frontera no tienes a nadie? Tienes en Jordania una prima que te está diciendo que podría ir, pero a penas la conoces. Podría recogerle alguna organización internacional, pero nadie te lo asegura. Y a todo esto, ¿a quién eliges? ¿a quién de los tres eliges en caso de que decidas?".

Concluido su dilema, el silencio se ha hecho con 'La cena de los idiotés'. Ni Aimar Bretos, ni Ángeles Caballero, ni Pablo Iglesias, ni tampoco Juan Luis Arsuaga han sabido responder en un primer momento al dilema de Rodríguez. "Es una elección que te persigue para siempre. No sé lo que haría. No querría verme ahí", ha respondido Iglesias. "Creo que es la primera vez que me siento incapaz de responder", ha dicho Caballero. "Si no te queda más remedio, tendrás que hacerlo. Si hay una posibilidad de que alguien se salve... No elegir supone que nadie se salve", se ha planteado Arsuaga. Como ya le había ocurrido a Caballero, Bretos tampoco ha sido capaz de posicionarse: "No lo sé, me parece la decisión más horrorosa de mi vida".

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Lydia Ramón Espinosa de los Monteros

Graduada en Periodismo por la Universidad de...