Los puntos de recarga para coches eléctricos en España: insuficientes y con poca potencia
Según los últimos datos de ANFAC, España está a la cola en materia de electromovilidad, y uno de nuestros puntos más débiles es la falta de puntos de recarga, que ahora mismo rozan los 30.000
Madrid
La industria del motor se ha sentado para hacer balance de nuestra infraestructura de recarga y de la penetración del vehículo eléctrico en el mercado. Las sensaciones, pese a que son optimistas por el crecimiento continuado de los puntos de recarga, no pueden negar lo que dicen los datos: tenemos pocos puntos, la mayoría son de carga lenta y 7.000 de ellos no funcionan correctamente. Para José López-Tafall, director general de ANFAC, es un problema que va más allá el uso, es una cuestión estructural: “Es cierto que los ritmos de penetración de recarga no son los obligados por la normativa europea, porque realmente ha puesto unos ritmos muy largos. También es cierto que un punto de recarga tarda mucho más en ser instalado y hay muchas administraciones involucradas, así que el problema no es tanto de uso, es del ritmo al que tenemos que ir para cumplir los objetivos que nos marca Bruselas. Hace falta una gobernanza, una visión de conjunto, y sería conveniente tener una información unificada de dónde están los puntos y si están operativos o no”.
Puntos escasos, poco potentes y muchos están sin funcionar
Los datos presentados por la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones en su Barómetro de Electromovilidad y en su Informe Anual del Vehículo Electrificado, ponen de manifiesto la realidad de la movilidad sostenible; o aceleramos la puesta en marcha de puntos de recarga, o no vamos a descarbonizar, porque los consumidores tienen que encontrar atractivo el VE, y de esta manera es muy complicado.
Ahora mismo, en España hay 29.301 puntos de recarga, gracias a que en 2023 se instalaron unos 11.000, pero estamos lejos del objetivo de los 45.000 que se planteaba para el año pasado. La mayoría de esos puntos se concentran en Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana, y además de ser escasos, tienen un problema de funcionalidad, porque el 77% son de baja potencia, lo que implica que los tiempos de carga pueden superar las 3 horas. No solo hay problemas de potencia, también de disponibilidad; 7.728 puntos están fuera de servicio, es el 21% del total de la infraestructura. Además, según datos de Cepsa, instalar un punto de recarga a veces es muy complicado, en su caso los tiempos de espera ascienden a 18 meses por el exceso de burocracia.
Con estos datos, los consumidores siguen optando por los vehículos de combustible convencional; el 93,6% de nuestro parque actual de vehículos es de diésel o gasolina. Pese a que el mercado eléctrico va ganando cuota de mercado —en 2023 cerró en el 12% si hablamos solo de turismos—, sigue siendo insuficiente si queremos cumplir con los objetivos de descarbonización.
Eduardo Hernández Ojeda
Periodista en el equipo de Economía de la Cadena...