Una experta en duelo, sobre las víctimas del 11-M: "Si el dolor se trabaja bien, tiene un potencial transformador muy importante"
Recordamos los 20 años del atentado con Vera Santos, terapeuta especializada en preparar a los profesionales en la gestión del dolor por una pérdida
Una experta sobre el duelo habla sobre el recuerdo a las víctimas del 11-M: "Si el dolor se trabaja bien, tiene un potencial transformador muy importante"
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Sobre el paso del tiempo se ha escrito mucho. Se ha hecho desde la memoria individual y desde la colectiva, desde lo académico y desde lo familiar. También, se ha escrito mucho desde la verdad, y otras tantas veces, por desgracia, desde la mentira. El 11 de marzo de 2004 tuvo lugar un acontecimiento sobre el que se escribiría mucho y aún hoy se hace, no solo para rescatar hasta el último detalle de todo lo que ocurrió, sino porque todo continúa, de muchas y muy distintas maneras, con nosotros.
De este modo, 20 años después, Carles Francino ha incidido en el hecho de que una fecha como la de hoy "nos conecta con la piel, con el sentimiento y con el duelo". Provoca, a veces inconscientemente, un acto de empatía en el que "tratas de imaginarte cómo se sentirán los familiares que perdieron a alguien", aunque en realidad meterse en su piel es imposible. Aún así, en el recuerdo y en el hecho de pensar en el otro, se descubre también que "en el ambiente colectivo hay un estado determinado". Por ello, en La Ventana hemos querido contactar hoy con la psicóloga Vera Santos, experta en los procesos emocionales de las pérdidas, para que nos ayude a identificar y definir ese duelo que sigue estando a nuestro lado.
"Me acuerdo del día en que fue el 11-M", ha empezado la terapeuta. "Cómo estaba, con quién estaba. No es difícil recordarlo porque hubo una especie de trauma social que se se ha quedado dentro". Un proceso que, según ha contado, "ha sido casi automático". A la hora de cómo afrontar este trauma, ella ha hecho hincapié en el hecho de que del dolor y el sufrimiento "se pueden extraer cosas positivas e importantes para un buen vivir". "Siempre digo que si se trabajan bien, ambas cosas tienen un potencial transformador muy importante".
El paso del tiempo
Un ejemplo de este buen hacer se da en los actos que recuerdan y se solidarizan con las víctimas. "Es un factor protector e importante para las personas que han o hemos vivido esa experiencia", ha subrayado. "Lo que hacemos es honrar el dolor de las personas, y esto disminuye la sensación de soledad". Eso sí, la psicóloga ha querido insistir en el hecho de que todos estos memoriales y ceremonias deben hacerse de manera consciente y no rutinaria.
Cuestionada también por si el tiempo puede curarlo todo, o solo amortiguar nuestras heridas, Santos ha defendido que "el tiempo es una oportunidad que nos permite elaborar, pero no lo cura todo. Depende mucho de cómo elaboremos nuestro duelo y del entorno en el que nos encontremos". Por eso, hay que tener cuidado porque, a veces, los traumas pueden enquistarse y convertirse en una herida, "como si se hubiese quedado sin digerir". En esos momentos, es importante saber que siempre existe la opción de pedir "una ayuda extra".
Por último, la terapeuta ha reconocido que puede ser algo dañina la forma en la que "mediática y socialmente se está utilizando esa manera de honrar a las víctimas", algo que si no se hace con cuidado "puede llegar a retraumatizar" y "generar una revictimización" de quienes perdieron más aquella mañana. Por todo eso, frente a quienes aún hoy se aprovechan de la conmoción general y quienes pretenden enterrar los errores cometidos, Carles Francino ha querido poner énfasis en el hecho de que es importante recordar lo que ocurrió. Y no, no solo es un ejercicio de rendir cuentas: se trata darnos cuenta, también, de todo para lo que nos ha servido el dolor. Para que no se olvide a nadie y se siga escribiendo, cada vez mejor, sobre aquello que perdimos. Sobre todo lo que aún nos queda por ganar.