"La ley europea de inteligencia artificial es una ley muy progresista": Ibán García del Blanco, eurodiputado español que ha participado en las negociaciones

Ya hay inteligencia artificial que permite monitorizar en tiempo real el comportamiento de las personas. Con esa información, un gobierno podría hacer una lista de 'ciudadanos buenos' y una de 'ciudadanos malos'. Puede sonar a ciencia ficción, pero China ya experimentó con un "sistema de puntuación masiva" y el uso de esa tecnología estará "absolutamente prohibido por parte de las administraciones". Esta es una de las certezas que deja la ley que se aprobará este martes en el Parlamento Europeo. Tampoco se podrá usar la inteligencia artificial para que ejerza como "una policía predictiva", que se anticipe a la comisión de delitos. Habrá excepciones como la búsqueda de un menor o un atentado inminente , pero siempre "con autorización judicial previa". Durante la negociación de la ley, la inteligencia artificial ha ido mutando. ¿Qué garantías tenemos los europeos de que no se está aprobando una ley que se quede obsoleta en poco tiempo? Ahí está la clave esta ley, porque se ha puesto el foco en "el uso y no en la tecnología".

La inteligencia artificial puede fabricar también bulos. Para combatir los 'deepfakes', la ley prevé que "las producciones por inteligencia artificial que simulan una obra humana, tienen que tener necesariamente un etiquetado". Es decir, se tiene que advertir al espectador o al oyente que estamos ante algo creado con inteligencia artificial. Eso valdría también para, por ejemplo, la portada de un libro diseñada con inteligencia artificial. Se nos tendrá que informar, aunque será inevitable que haya quien se intente saltar la ley.

Derechos de autor

Para crear contenidos, la inteligencia artificial necesita 'entrenarse' con publicaciones, trabajos, imágenes que hemos generado los humanos. Esa práctica habitual ha abierto el debate de qué hacer con los derechos de autor y la ley entra de lleno en este apartado. "La ley prevé que, en materia de propiedad intelectual, haya una transparencia en cuanto a qué datos se han utilizado para entrenar determinados modelos. Es muy exigente y se va a tener que publicar de una manera que sea comprensible", aclara el eurodiputado socialista. Aun así, hay preguntas sin resolver. Por ejemplo, si usted que está leyendo esta noticia ha publicado una tesis doctoral puede que se esté preguntando cómo se va a enterar si un algoritmo se ha entrenado con su trabajo. ¿Tendrá usted que buscar en un registro? No hay respuesta a esa pregunta. De momento, sí está claro que habrá que "habilitar algo que sea plausible y que sea asequible, para personas que no pueden estar pendientes 24 horas del día buscando en cada uno de los motores de inteligencia artificial. Es decir, que tendremos que buscar un sistema adecuado para que esta protección sea efectivamente realizable", explica García del Blanco

Puestos de trabajo

La inteligencia artificial va a alterar por completo nuestro mercado laboral. García del Blanco utiliza los datos más recientes para apelar a una profunda reflexión sobre el futuro del empleo y cita el último informe de la OCDE que anunciaba "la sustitución o transformación de más del 50% de los trabajos actuales". A pesar de los escenarios que se dibujan, todavía hay partidarios de la autorregulación de la inteligencia artificial que se escudan en que legislar supondrá un lastre para la innovación. Sin embargo, no existe una relación causa efecto en ese sentido, porque "esto ha sido como el Far West, ha estado absolutamente desregulado y estamos muy atrás en innovación con respecto a Estados Unidos o incluso a China". García del Blanco reconoce que está "fascinado por las posibilidades de la inteligencia artificial", pero no oculta su preocupación "por los efectos que pueda en el mercado laboral y en el modelo democrático".