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Opinión

De un terror a otro

Que por lo menos nos dejen curarnos las heridas aún abiertas que había dejado la banda. Fueron muchas las cosas que cruzaron mi pensamiento esa mañana

Najat El Hachmi: "De un terror a otro"

Madrid

Veinte años ya de esa mañana terrible en la que llamé a mi amiga Rosa y ambas nos dijimos: esto no parece ETA, ojalá que no sea lo que estamos pensando. Ella conocía bien la situación de los marroquíes en Vic, sabía cómo había aumentado el rechazo hacia nosotros desde el 11-S. Ojalá, dos dijimos, que no sea ese otro terror en nombre de Dios. Con lo que había costado que ETA dejara de matar, ahora la barbarie de asesinar a personas inocentes en nombre de una idea, una creencia, lo que sea, no podía volver a instalarse aquí.

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Que por lo menos nos dejen curarnos las heridas aún abiertas que había dejado la banda. Fueron muchas las cosas que cruzaron mi pensamiento esa mañana. Sentí un miedo terrible que era la mezcla del miedo a los atentados en sí pero también el miedo a que nuestros vecinos dejaran de ver en nosotros a las personas que conocían, con nombre y apellidos, y empezaran a percibirnos más como terroristas. Es uno de los efectos que busca la violencia islamistas: impregnar al musulmán que nada tiene que ver con el radicalismo de una pátina de peligrosidad que lo asimile más a los violentos que a los ciudadanos con los que convive.

Es decir, lo que pretende el yihadismo es desintegrar a europeos que proceden de países musulmanes para aislarlos impidiendo la convivencia normalizada con los no musulmanes. Pensé en todo esto esa mañana pero solo por unos instantes porque todos mis miedos se esfumaron cuando fui viendo la magnitud de la tragedia. Con las imágenes, la cantidad de víctimas, con ese dolor inconmensurable dejé de preocuparme por las consecuencias a largo plazo del atentado. Ante las víctimas, yo que estaba entera y con mis seres queridos, me avergoncé de mi angustia secundaria.

Najat el Hachmi

Najat el Hachmi (Nador, Marruecos, 2 de julio...