Alcaraz se alía con la épica y jugará la final de Indian Wells tras vencer a un Sinner colosal

Carlos Alcaraz está hecho de otra pasta. En el contexto más desfavorable -y en una semana un tanto surrealista- ha sido capaz de sobreponerse a Jannik Sinner para obtener un billete que le permite jugar la final de Indian Wells (6-1, 3-6 y 2-6). En un partido que debió empezar a las 21:30 y que terminó pasadas las 2:30 de la madrugada, el murciano ha roto la racha de imbatibilidad del italiano en 2024. De este modo, con el triunfo ante Sinner, ha podido mantener el número 2 en el ranking ATP y está a solo un paso de revalidar el título estadounidense que logró el año pasado.

El italiano comenzó el encuentro de forma espectacular. Cada saque suyo era un castigo para Alcaraz, que intentó de todo para restar, pero veía como iba a ser muy complicado hacer un 'break' en alguno de los juegos. Alcaraz entró más frío a las semifinales y se le vio con peores sensaciones en el inicio. Cuando los dos tenistas estaban empezando a probarse el uno al otro, llegó el gran condicionante del choque: un parón por lluvia que duró tres horas.

Una semifinal marcada por la lluvia

Tan solo habían transcurrido tres juegos -2-1 para Sinner- cuando ambos tenistas enfilaron el túnel de vestuarios por la lluvia. Tras hacer un amago con el regreso de los jugadores a la pista central de Indian Wells por una tregua, no fue más que una falsa alarma y las precipitaciones aumentaron. Tanto el español como el italiano tuvieron hasta tres horas para ejercitarse y tratar de adaptarse de la mejor forma posible a una situación anómala, antes de regresar, ya de manera definitiva, a jugar la primera semifinal del torneo.

El regreso no pudo ser mejor para Jannik Sinner, que con mucha solvencia se deshizo de Carlitos en un plácido 6-1 en el que apenas sufrió. Los cuatro juegos que se disputaron fueron a parar del lado del trasalpino con una superioridad más que clara. Alcaraz tuvo que replantearse, y mucho, su manera de jugar porque no estaba inquietado nada a su rival y, si quería tener una plaza en la final, tenía que empezar a aguantar las embestidas de Sinner que estaba siendo intratable. Lo reformuló y, lo hizo con tanto acierto, que le dio la vuelta y ahora está en la final.

La fortaleza mental de Carlitos

Si algo ha demostrado Alcaraz en los últimos meses es que su cabeza está siendo mucho más estable y está sabiendo sobreponerse a situaciones muy complicadas. Levantar un 6-1 en contra no es nada fácil y el murciano lo consiguió en la segunda y tercera manga. Fue recuperando sensaciones con un buen servicio y consiguió un 'break' para poner el 3-1 en el segundo set que le hizo estallar en un grito de júbilo, creando así una comunión perfecta con la grada y con su banquillo.

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Aunque confirmó la rotura con el 4-1, Sinner recuperó sensaciones y estuvo cerca de aprovecharse de una bola de rotura para colocar el 4-3, pero el murciano logró rehacerse y se colocó con 5-2 para tranquilizarse a sí mismo y demostrarse que todavía tenía mucha guerra que dar en el partido. Ambos tenistas ganaron su servicio y la semifinal terminó resolviéndose en el tercer set, no sin antes Alcaraz haber ganado otra bola de rotura que parecía absolutamente imposible de levantar.

Alcaraz se termina gustando

Los dos tenistas ganaron sus dos primeros servicios en la última manga, pero en el tercer juego llegó el 'momento Alcaraz'. El murciano logró un 'break' bárbaro tras sacar a relucir unos reflejos felinos que le hicieron colocarse con 2-1 a su favor y con medio billete para la final. En el último punto de ese juego, Sinner se hizo daño porque cayó al suelo y quizá eso le terminó lastrando en el resto del set.

Un Carlitos muy sólido no cedió ni medio centímetro ante el italiano en la pista central de Indian Wells y volvió a hacerle un 'break' que ya fue definitivo en el devenir del partido. Esa doble rotura le puso todo de cara para clasificarse a la última ronda del torneo estadounidense, en donde buscará revalidar el trofeo que ya logró en 2023. Alcaraz es épica y lo ha demostrado ante Sinner en un partido que perfectamente puede pasar a la historia. Cinco horas de encuentro, con un parón de por medio, en donde se ha visto la pelea de dos colosos que protagonizarán los grandes partidos del futuro más reciente del tenis.