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Hallan partículas de níquel, cromo y plomo en los vapeadores al calentarse

Un equipo de investigadores canadienes han descubierto que "hay partículas metálicas tóxicas de tamaño nanométrico en los líquidos de vapeo de cannabis" incluso antes de que se caliente el dispositivo de vapeo

Foto de archivo de una persona con un vapeador / chanakon laorob

Los vapeadores se anuncian como una forma "más segura" que los cigarros para consumir nicotina o cannabis. Sin embargo, la ciencia dice que estos dispositivos tienen su propios riesgos y que estos se están revelando "lentamente" a medida que se someten a investigación.

Lo último que hemos conocido de ellos se ha dado a conocer en la "ACS Spring 2024", la reunión de primavera de la Sociedad Americana de Química. Un equipo de investigadores canadienes han descubierto que "hay partículas metálicas tóxicas de tamaño nanométrico en los líquidos de vapeo de cannabis" incluso antes de que se caliente el dispositivo de vapeo. El investigador Andrew Waye, coautor del estudio y director del programa de investigación de la Oficina de Ciencia y Vigilancia del Cannabis de Health Canada, dice que es el momento de explicar los riesgos que tiene esta práctica.

La publicidad de los vapeadores siempre señala que "el vapeo no implica una reacción de combustión y, por tanto, no produce subproductos nocivos". La realidad es que un dispositivo de vapeo calienta un líquido hasta que se evapora en un vapor inhalable. Sin embargo, la investigación ha demostrado que los componentes metálicos que calientan el líquido de los vapeadores de nicotina pueden liberar metales elementales nocivos, como níquel, cromo y plomo, que luego pueden transportarse al aerosol y llegar al organismo del usuario.

El caso de los vapeadores de cannabis

El equipo de Waye quería investigar si esto también era cierto para los vaporizadores de cannabis. Para ello, el grupo colaboró con Zuzana Gajdosechova, científica del Centro de Investigación de Metrología del Consejo Nacional de Investigación de Canadá, que lleva varios años participando en las pruebas y la estandarización del cannabis.

El equipo reunió 41 muestras de líquidos de vapeo de cannabis: 20 muestras legales y reguladas de la Tienda de Cannabis de Ontario y 21 muestras del mercado ilícito proporcionadas por la Policía Provincial de Ontario. Los líquidos fueron analizados por espectrometría de masas para buscar la presencia de 12 metales. Se utilizaron técnicas como la microscopía electrónica de barrido para ver las partículas metálicas.

La conclusión del estudio es que, mientras que algunos metales, como el arsénico, el mercurio y el cadmio, se encontraban "dentro de los límites de tolerancia generalmente aceptados para los productos de cannabis", otros, como el plomo, se detectaron en concentraciones muy altas. Algunas muestras no reguladas contenían 100 veces más plomo que las muestras reguladas, "superando con creces el límite de tolerancia generalmente aceptado".

El estudio destaca que esta contaminación por metales se encontró en el líquido de los vaporizadores de cannabis que nunca se habían utilizado y tenían menos de seis meses de antigüedad. "La evidencia sugiere que la contaminación por metales puede provenir del dispositivo cuando se produce, y no del calentamiento de las bobinas", explica Gajdosechova.

Javier Ruiz Martínez

Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación...