Paul Rudd, protagonista de la nueva 'Cazafantasmas': "Hollywood recicla muchas ideas, hay una batalla constante entre arte y mercado"
El actor, junto a Finn Wolfhard y Mckenna Grace, presenta en Madrid 'Cazafantasmas: Imperio helado', nueva secuela de la exitosa saga ochentera
Tráiler oficial de la película 'Ghostbusters: Imperio Fantasma'
Madrid
Hace más de dos años la franquicia de Los Cazafantasmas volvió por todo lo alto a las salas de cine con Cazafantasmas: Afterlife. Tras la mala recepción general de su reboot en clave femenina estrenado en 2016, Sony Pictures cambió de estrategia para seguir rentabilizando la saga y anunció el desarrollo de una nueva película conectada con las de los ochenta a los mandos de Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman, director de las dos originales. La película, con un presupuesto relativamente reducido en comparación al de otros blockbusters recientes (75 millones de dólares en comparación con los 144 de la versión de 2016), funcionó bien en taquilla y permitió el desarrollo de una secuela que llega esta semana a la cartelera; Cazafantasmas: Imperio helado.
Dirigida esta vez por Gil Kenan (Monster House, Poltergeist), la película retoma la historia de su predecesora, con la familia Spengler instalada en Nueva York para retomar el negocio de su abuelo Egon (el fallecido Harold Ramis, protagonista y guionista de las dos primeras entregas) y sus amigos como cazafantasmas. Paul Rudd, Carrie Coon, Finn Wolfhard y Mckenna Grace protagonizan esta nueva entrega con variopintos secundarios, desde los veteranos de la saga como Bill Murray y Dan Aykroyd hasta nuevas caras como Kumail Nanjiani.
Para Gil Kenan, que ya ejerció en Cazafantasmas: Afterlife como coguionista, dirigir una entrega de Los Cazafantasmas significa "mucho". "Para mí, la experiencia con estas películas comenzó cuando tenía siete años porque mi padre me llevó a ver la primera Cazafantasmas cuando se estrenó en los cines y la experiencia de verla fue muy transformadora para mí", explica a El Cine en la SER. Recuerda de la primera película y de su secuela que tenían "personajes con los que quería pasar más tiempo y me pareció un mundo que me atraía mucho". Por ello, cuando comenzó su colaboración con Jason Reitman para la nueva saga fue "como volver al espíritu original de inspiración, a la razón por la que me encantaban las películas y por la que quería hacer películas en primer lugar".
Paul Rudd también vivió en su adolescencia el estreno de 'Cazafantasmas' y 'Cazafantasmas 2' y creció con sus protagonistas como ídolos, con los que ahora comparte escenas: "Como nerd de la comedia que soy, es algo que no puedo superar del todo porque son leyendas". Por ello, para el actor de Ant Man, lo mejor de la película fue "cuando estábamos sentados esperando la siguiente escena tener el valor suficiente para preguntarle a Dan Aykroyd por el origen de los Blues Brothers, cómo era John Belushi o cómo fue filmar ese primer episodio de Saturday Night Live".
Aunque estas secuelas de Cazafantasmas cuentan con un componente nostálgico muy importante, la franquicia intenta también actualizarse y renovarse para las nuevas generaciones. Finn Wolfhard, estrella de Stranger Things y la joven Mckenna Grace representan esa parte más juvenil de su reparto. "Estas películas presentan a los Cazafantasmas a un público más joven y creo que es algo necesario porque es una película muy importante en la historia del cine que ha hecho feliz a mucha gente, así que poder hacerlas y permitir también recordar a los fans mayores que crecieron con las películas originales es genial", opina Wolfhard. Mckenna Grace por su parte asegura que "formar parte de esta franquicia ha cambiado mi vida por completo" y que el paso del tiempo desde el rodaje de Cazafantasmas: Afterlife en 2019, antes incluso de la pandemia del COVID le ha permitido "apreciar el trabajo que implica, especialmente poder verlo con mucha más claridad porque es un proceso increíble formar parte de una franquicia tan guay".
Lo cierto es que pese al relevo generacional, este nuevo film de los Cazafantasmas no escapa de la alargada sombra de sus predecesoras: Dan Aykroyd, Bill Murray, Ernie Hudson y Annie Potts tienen más peso que en la anterior entrega, la trama vuelve a situarse en Nueva York después de ubicarse en Oklahoma en Cazafantasmas: Afterlife y la película está repleta de guiños como el retorno del fantasma Moquete. Ese parece ser el zeitgeist de la industria: una firme apuesta por la nostalgia para atraer al público. "No sé en qué confían ahora en Hollywood, creo que están intentando averiguarlo", dice Paul Rudd entre risas. En un ejercicio de honestidad, la estrella declara que "parece que reciclan muchas ideas, así que es una batalla constante entre el arte y el mercado, y el mercado es pensar que si esto funcionó una vez, intentemos hacerlo de nuevo porque tal vez ganemos más dinero". "Tratas de encontrar qué hay de nuevo en lo antiguo y tratas de encontrar qué podemos decir ahora, cómo expandirlo, pero es que a veces no hay nada mejor que ver una película y que se sienta completamente nueva, como si nunca hubieses visto algo así antes", opina. Eso sí, también admite que "hay algo muy bonito cuando ves algo que puede resultar un poco nostálgico y te golpea de la manera correcta".