Hora 25La firma de Aimar Bretos
Opinión

"Pensamos que 'ancha es Castilla'; que no nos iba a costar, pero nos costó": Aimar Bretos analiza la declaración de Aguirre en el juicio por el Campus de la Justicia

¿Quiénes pensaron que no nos iba a costar? Ellos, los autoproclamados buenos gestores liberales. ¿Y a quién le terminó costando esa millonada? Eso ya a todos los contribuyentes, a todo hijo de vecino

Aimar Bretos analiza la frase de Esperanza Aguirre en el juicio del Campus de la Justicia

Madrid

Hoy hemos escuchado en los tribunales una de esas frases de la historia de la España putrefacta, que quedarán para el recuerdo. "Pensamos que ancha es Castilla, que no nos iba a costar, pero nos costó".

"Pensamos que 'ancha es Castilla'; que no nos iba a costar, pero nos costó": Aimar Bretos analiza la declaración de Aguirre en el juicio por el Campus de la Justicia

Esto lo ha dicho Esperanza Aguirre en el juicio por el fallido Campus de la Justicia de Madrid. El Campus de la Justicia fue un proyecto descomunal que inició el gobierno de Aguirre en 2005 para llevarse a unos terrenos al lado del aeropuerto de Barajas todas las sedes judiciales de Madrid. Quisieron que aquello fuera una cosa mastodóntica, quisieron que lo hiciera Calatrava, les dijo que no, se fueron a por Norman Foster. Todo a lo grande. El 'Marina d'Or' de los juzgados. Total, que metieron allí cientos de millones de euros públicos. Se llegó a colocar la primera piedra. Todos sonrientes. Eufóricos.

Llegó la crisis y todo se fue por el sumidero. Y lo que queda es un edificio con forma de burbuja que no puede ser más icónico. La burbuja. La que explotó. Y la de mierda que salió de allí.

El juez que investigó aquellas contrataciones lo describió así: "Un plan criminal" para conceder irregularmente contratos a varias empresas. "Corrompieron sustancialmente el procedimiento de adjudicación de contratos, quedando afectada su operativa y los resultados económicos". El juez describía un "perjuicio al erario público de cientos de millones de euros".

Entre los imputados está el que entonces era vicepresidente segundo y consejero de Justicia de Esperanza Aguirre, Alfredo Prada, para el que la fiscalía pide ocho años de cárcel.

Hoy ha comparecido Aguirre como testigo y, por lo tanto, obligada a decir la verdad. Ha insistido en que ella no sabía nada de las irregularidades, que ella estaba muy contenta con la gestión de Prada.

Y le han preguntado, entonces, si no sospechaba nada, por qué lo destituyó. Ahí ha aflorado ya cómo funcionan de verdad las cosas en política, la sangre interna, las puñaladas. Dice que fue porque en el congreso del PP de 2008, cuando Aguirre intentó tumbar a Rajoy, Prada se puso del lado de Rajoy.

Le han preguntado cuánto calculaban que iba a costar el proyecto del Campus de la Justicia y Aguirre ha explicado que "nunca se hizo una cuenta", que no había unas cifras concretas, que 'grosso modo' como la primera subasta de los edificios que se iban a vaciar para llevarse los juzgados a esa ciudad, les salió muy bien, calcularon que con lo que fueran ingresando del resto de subastas les iría también estupendo. Y que, entonces, aquello, al final, les saldría a coste cero. Una ciudad de la justicia construida sin coste para las arcas públicas. Y ahí es donde vino la realidad a estropearle a Esperanza Aguirre aquellos planes tan bien diseñados que tenía.

"Pensamos señoría, seguramente mal pensado, que ancha es Castilla, que no nos iba a costar, pero nos costó".

¿Quiénes pensaron que no nos iba a costar? Ellos, los autoproclamados buenos gestores liberales. ¿Y a quién le terminó costando esa millonada? Eso ya. Eso ya a todos los contribuyentes, a todo hijo de vecino.