Ciencia y tecnología

Las poblaciones de gorrión en España se han reducido casi un 20% desde hace 25 años

Son los datos de la SEO-Birdlife, la Sociedad española de Ornitología, que registra la presencia de esta emblemática especie desde 1998

Imagen de un gorrión, una de las aves más comunes. / Pixabay

Madrid

Las poblaciones de gorrión en España se han reducido casi un 20% desde hace 25 años. Las causas de este importante declive de los gorriones en nuestro país son varias, como la contaminación del aire, el exceso de ruido o la falta de insectos... y, por esas razones, se ha constatado que el descenso es más acusado en las ciudades de nuestro país que en los entornos rurales.

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Desde hace 10 años, los gorriones han desaparecido en Londres y ahora su declive ya es evidente en ciudades españolas como Madrid o Barcelona.

Y los últimos datos no son buenos, a pesar de su abundancia y amplia distribución, porque en las últimas décadas se han detectado declives de sus poblaciones.

Extinción en Europa

De hecho, en algunas ciudades de Europa, como Londres y Praga se produjo un gran descenso de sus poblaciones y ahora se estima que en las últimas tres décadas Europa ha perdido el 60% de las poblaciones de gorriones comunes.

En España, según los últimos datos del programa de seguimiento de aves de SEO/BirdLife, el número de ejemplares de gorrión común han descendido casi un 20% desde 1998.

“Hasta la fecha, lo único que parece evidente es que un desmesurado desarrollo urbanístico en el territorio se relaciona con la disminución del número de gorriones en esa área”, destaca Beatriz Sánchez, que trabaja en el programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.

Comida basura

Asimismo, las causas apuntadas del declive del gorrión tienen un origen antrópico. Por ejemplo, según un reciente estudio elaborado por científicos españoles, la costumbre de aprovechar los restos de comida de los seres humanos afecta negativamente a la salud de los gorriones, en concreto a su condición corporal y a su fisiología nutricional, induciendo, en algunos casos al estrés oxidativo a pesar de la ausencia de contaminación ambiental.

Por ejemplo, según esta investigación, la dieta a base de restos de bocadillos les provocó anemia y desnutrición (especialmente a las hembras, produciéndoles una pérdida de su condición corporal), mientras que una dieta a base de alimentos para gatos supuso un aumento de los indicadores de estrés oxidativo y el catabolismo proteico.

Es de sobra conocido que la “comida basura” tiene consecuencias similares en los seres humanos, por lo que estos resultados son un ejemplo claro del importantísimo papel que tiene el gorrión común como bioindicador.

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Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....