Bomberos pirómanos

Madrid

Las sesiones parlamentarias de ayer en el Congreso y en el Senado fueron, una vez más, lamentables. Desoladoras. Ya sabemos que la responsabilidad de ello es asimétrica, pero el hecho es que la estrategia de la crispación, como una gota malaya, va dando resultados. Cada vez hay más gente desenganchándose de la política, que posiblemente no votará cuando toque hacerlo. '¿Cui prodest?', ¿a quién beneficia? El principal mandamiento contra esa estrategia de la crispación, es que para obtener el poder no vale todo y no vale la deslegitimación permanente y sistemática del adversario.

Está sucediendo que se culpa de la situación a quien la padece y no a quien la provoca. Véanse los acontecimientos de la Comunidad de Madrid con las continuas declaraciones de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y de su principal asesor, Miguel Ángel Rodríguez. Ejercen de bomberos pirómanos tratando de cambiar el sentido de la realidad. Antes de morir en su exilio francés, el presidente Manuel Azaña, uno de los políticos españoles más importantes del siglo XX, se lamentaba de la incapacidad política de los españoles para levantar de común acuerdo un estado democrático estable en el que pudiésemos vivir todos respetándolo y respetándonos. ¿Se está repitiendo la situación por la acción de estos bomberos pirómanos? Menos mal que ahora existe el ancla de la Unión Europea.