Monfils y su equipo no dan crédito con lo que les acaba de hacer Alcaraz: "Es una locura"

Madrid

Carlos Alcaraz ha pasado este martes por encima de Gael Monfils para clasificarse a los octavos de final del Masters 1.000 de Miami. Después de vencer a Roberto Carballés el pasado domingo por un contundente 6-2 y 6-1, el tenista español ha confirmado que está cada vez más cerca de su mejor nivel después de superar a por 6-2 y 6-4 en apenas una hora y catorce minutos de juego. Y podría haber cerrado el partido mucho antes de no haber sido por un Monfils que ha tratado de darle la vuelta al marcador cuando todo estaba visto para sentencia.

A pesar de que el marcador reflejaba cierta igualdad en los primeros juegos, Carlos Alcaraz demostró en todo momento que estaba muy por encima de su oponente. Todo apuntaba a que tan solo necesitaba romper el servicio de Monfils para ponerse por delante en el marcador y poder sacar así su mejor tenis. Algo que sucedía en el quinto juego del encuentro, cuando el francés se torcía en tobillo izquierdo en el momento menos oportuno posible. A partir de entonces, el tenista murciano se convirtió en un auténtico rodillo que dejó para el recuerdo algunos puntos que demuestran su versatilidad sobre la pista.

"Está en todos los sitios"

De hecho, no le dio la oportunidad de ganar ni un solo juego más en la primera manga, que caía a favor del tenista español por un contundente 6-2. Pero la cosa no quedaba ahí. Después de ganar cinco juegos de forma consecutiva para llevarse el primer set, Carlos Alcaraz iniciaba la segunda manga del encuentro rompiéndole el servicio a su rival y ganando el suyo a continuación para ponerse 2-0 en el marcador. Con un parcial de 7-0 a favor del tenista español, Gael Monfils no sabía muy bien qué hacer para detener a su oponente.

Así se lo hacía saber a su equipo, quien tampoco sabía muy bien cómo frenar a un Carlos Alcaraz que tiene entre ceja y ceja el Double Sunshine. Después de verse completamente superado por su rival, el francés de 37 años se dirigía a su entrenador para explicarle lo difícil que le estaba siendo jugar contra la gran promesa del tenis español: "Tengo que hacerme demasiado grande sobre la pista, no puedo superarlo". Lejos de darle la receta para contrarrestar a su oponente, el entrenador se rendía ante el talento de Alcaraz: "Es que está en todos los sitios". "Es una locura", sonrió el tenista.

Monfils se rinde ante Alcaraz

Un claro ejemplo de este don de la ubicuidad se produjo con 4-1 a favor del tenista español en el segundo set, cuando Carlos Alcaraz mostró de hasta dónde es capaz de llegar por un simple punto. Después de conectar un fuerte saque hacia la zona central de la pista, contrarrestado sin problemas por Gael Monfils, Carlos Alcaraz realizaba una de esas dejadas tan características de su tenis que llevaban al francés a realizar un sprint para llegar hasta la pelota. A pesar de que pudo llegar hasta la misma, este no consiguió conectar un buen golpe y el tenista español aprovechaba la situación para devolvérsela al otro lado de la pista.

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Sin embargo, Monfils sacaba fuerzas donde ya no le quedaban para llegar nuevamente al remate. Con el tenista francés completamente vencido, Alcaraz volvía a cambiar la trayectoria de la pelota para agotar todavía más a su oponente. Tras un intercambio de golpes que ponía al público en pie, Monfils se sacaba de la chistera un golpe de lo más surrealista que parecía desequilibrar la balanza a favor del tenista francés. Sin embargo, Alcaraz también tenía un último golpe guardado bajo la manga para ganar el punto. Todo ello frente a un Monfils al que no le quedó otra que aplaudir a su rival por completar uno de los puntos del año.