¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Ante la pregunta "¿qué son los pensamientos intrusivos?", la respuesta es sencilla. Se trata de un conjunto de ideas o impulsos sin sentido que aparecen en forma "de flash" y normalmente suelen ser desagradables. Cuando aparecen generan cierta ansiedad o le roban la concentración a lo que se estaba haciendo en ese momento. Son pensamientos que se caracterizan por meterse en nuestra conciencia de forma involuntaria.

Algunos de los más comunes:

1. "¿Y si tengo cáncer?"
2. Esperar al metro y pensar "¿y si me tiro?"
3. Pensar que su pareja le es infiel o preguntarse "¿y si ya no quiero a mi pareja?"
4. "Voy a tener un accidente hoy." O "el autobús se va a estrellar."
5. Pensar en agredir a otra persona. "¿Y si les atropello?"

La mayoría de las personas suelen tener este tipo de pensamientos en algún momento de sus vidas y no tiene porqué ser un problema. Sin embargo, si estas ideas intrusivas comienzan a interferir de forma continuada y dificultan la realización de ciertas tareas con normalidad, la ayuda de un profesional resulta indispensable.

¿Por qué suele pasar?

Según la psicóloga Celia Cores, "los pensamientos intrusivos pueden ser el resultado de trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos (TOC), trastornos de estrés postraumático (TEPT), trastornos de pánico, depresión y otros trastornos mentales". La necesidad de control constituye también otro de los motivos que desencadenan este tipo de pensamientos.

¿Hay diferentes tipos de pensamientos intrusivos?

1. Pensamientos obsesivos intrusivos violentos
2. Pensamientos sexuales
3. Pensamientos obsesivos de muerte

¿Cómo se pueden gestionar?

• Desvincular los pensamientos: entender y aceptar. No sentirse culpable por lo que llega a su mente. No se puede evitar que aparezcan, pero sí intentar que se vayan.
• Realizar ejercicio físico con frecuencia. Los pensamientos son energía: si se libera exceso de energía mediante el deporte, será más fácil controlarlos.
• Dedicar tiempo a pensar sobre ellos en un tiempo programado.
• Evitar hablar de ello constantemente. Pedir opinión a todo el mundo buscando calma puede ser un arma de doble filo. Solo da tranquilidad momentánea.