Las monjas se reinventan para sobrevivir: "Tenemos muchas facturas que pagar"
¿Dónde se hace el sushi más famoso de España? En un convento de clausura de Granada. Y ésta es solo una de las iniciativas puestas en marcha por religiosas de España para garantizar la supervivencia de la congregación
Las monjas se reinventan
Madrid
"La necesidad obliga, porque tenemos muchas facturas que pagar", nos explica Sor María Dolores. Es la priora de las Carmelitas de Granada quien nos cuenta el negocio en el que se han metido para salvar el convento, y viendo el origen de algunas religiosas vieron la oportunidad. "Fueron las hermanas filipinas las que plantearon hacer comida asiática. Y empezaron con el sushi", que es lo que tiene más tirón, y la respuesta ha sido sorprendente. Hasta les encargan pedidos la Maestranza de Sevilla. "Quedaron muy contentos. Me contaron que personas que vinieron de fuera dijeron que todo estaba buenísimo. No dejaron nada", explica la religiosa. La congregación ha habilitado un WhatsApp para los pedidos y la entrega de la comida se hace por la ventana que han abierto entre las rejas.
Con la competencia china se han topado
Una de las fuentes de ingresos del convento Purísima Concepción de Jerez de la Frontera es la elaboración de las obleas para la comunión. "Nuestro principal trabajo es la fabricación de las formas para la misa, las hostias de comulgar", explica la madre superiora Sor María del Silencio. Pero en el negocio han entrado también los chinos. "Se nota la competencia, porque ellos venden más barato, pero nosotras gracias a Dios tenemos buena clientela" cuenta. "Es que no sabemos cómo hacen los chinos las formas. Se necesitan máquinas especiales, mucha limpieza. No tengo nada contra ellos, pero la verdad es que no sabemos cómo las hacen, nos explica Sor María Dolores.
El "Amazon" de los conventos
La Fundación Contemplare es una organización pionera que nació en pandemia de la iniciativa de unos laicos para ayudar a los conventos de clausura a distribuir los productos que fabrican en los conventos. "Somos laicos y voluntarios y hacemos de puente entre la vida contemplativa y el mundo para facilitar en la medida de lo posible la ayuda de intermediación que necesitan las religiosas", explica Alejandra Salinas, directora de la Fundación. Se compra por la web y en el catálogo se pueden encontrar desde dulces hasta mermeladas, pistachos, almendras o miel. Pero además hacen ropa de bebé, cosméticos, jabones con aceites esenciales o cremas. Y uno de los productos más demandados es la crema de la eterna juventud. También personalizan cestas gourmet y hacen regalos institucionales. Tienen cuenta en las redes sociales en las que se anuncian. "Del convento a casa en 48 horas. Somos el Amazon de la vida monástica.! ¡Todo el año!" reza la cuenta @contemplare.org.
Una monja de clausura: "Tengo Whatsapp. A veces le digo a la gente: 'perdone, no he visto su mensaje. Estaba rezando"