Los casos de violación de los futbolistas Dani Alves y Robinho, ambos antiguos internacionales con la «canarinha», han acaparado el foco mediático en Brasil en las últimas fechas. Si bien el primero fue noticia por su salida de prisión previo pago de una fianza de 1 millón de euros tras ser condenado a 4 años y medio por violación, el segundo fue detenido días atrás para ingresar en la cárcel debido a una condena por violación grupal existente desde el año 2017. Felipe Melo, todo un veterano del fútbol brasileño que compartió vestuario con los dos, ha sido la última voz autorizada en referirse a ellos, mostrándose tajante al ser entrevistado por Globoesporte. Pese a lo delicado del asunto, Melo no mostró «ningún problema en hablar del tema», poniendo sobre la mesa un ejemplo claro. «Tengo una hija de 15 años. Si lo hubiera hecho con mi hija, no creo que estuviera aquí para daros esta entrevista. Creo que hay que respetar a los seres humanos, hay que respetar a las mujeres y hay que respetar a los hombres», explicó. Más centrado en el caso de Alves, el actual jugador del Fluminense aseguró que entre su círculo «la noticia llegó como una bomba, pero tiene que pagar por lo que hizo». «Si es condenado debe pagar y que sirva de lección para que otros no lo hagan”, comentó, considerando que los 14 meses que pasó el ex del FC Barcelona en prisión es »poco. “Ya salió de la cárcel. Esto es muy serio, tienes que pagar y, después de hacerlo, ser resocializado. Tenemos el deber de educar a nuestros hijos y esta también es una gran cuestión de la educación. Educar a nuestros hijos e hijas para que esto no suceda”, cerró. Dani Alves salió de Brians 2 bajo fianza este lunes y con medidas cautelares. En cuanto a Robinho, el ya exjugador fue detenido por la policía brasileña el pasado 21 de marzo con motivo de una condena por violación de la justicia italiana. Los hechos se remontan a su etapa en el AC Milan, en 2013, cuando el carioca habría participado en la violación grupal de una joven albanesa. Su sentencia hasta 2017, pero su pena de cárcel no ha podido iniciarse hasta este mes de marzo, cumpliéndose ésta en Brasil.