El Parlamento Europeo investiga una posible injerencia rusa en las elecciones a través de pagos a eurodiputados de seis países

La República Checa ha denunciado la existencia de una red de propaganda favorable a Rusia que trata de conseguir adeptos en el Parlamento Europeo cara a las próximas elecciones Europeas.

Los mensajes tienen como protagonista la integridad territorial de Ucrania y los implicados serían eurodiputados procedentes de seis estados diferentes que habrían recibido dinero de Moscú. Una presión al más alto nivel de las instituciones europeas.

La eurodiputada Sandra Kalniete elaboró el primer informe sobre estas injerencias del Kremlin y asegura que "ante las elecciones europeas, la Unión debe reforzar sus instrumentos electorales contra intereses malignos que tratan de influenciar el sistema democrático europeo".

En febrero, el Parlamento Europeo ya denunció en una resolución los "continuos esfuerzos de Rusia para socavar la democracia europea y su reclutamiento de diputados del Parlamento Europeo como agentes de influencia o también el uso de partidos políticos europeos que actúan como amplificadores de la propaganda del Kremlin y sirven a sus intereses". Añade que, mediante la aplicación de estrategias a largo plazo de injerencia extranjera, lo que intenta Moscú es socavar y destruir la democracia en Europa.

El Parlamento Europeo tiene a su disposición una batería de sanciones a los eurodiputados por infracciones de las reglas internas de ética y transparencia que van desde la retirada de las dietas diarias durante un máximo de 60 días, la suspensión temporal de la actividad parlamentaria para el eurodiputado, la prohibición de representar a la institución en diferentes foros o la limitación de acceso a información confidencial.

La Eurocámara no puede retirar el escaño a ningún diputado, ya que es una responsabilidad de cada Estado miembro, ni impedir que se presenten a las elecciones europeas del próximo mes de junio.