Pedro Bravo, escritor, sobre el silencio: "¿Qué nos estamos perdiendo?"
"No estamos aprendiendo a estar solos. El derecho a la quietud, a desconectar o a la pereza ayudan a buscar las instrucciones de la propia existencia, a darse cuenta de lo que es la vida"
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Madrid
En un mundo inundado por el constante bombardeo de estímulos auditivos y visuales, el periodista, guionista y escritor Pedro Bravo nos invita a reflexionar sobre el valor y economía de la atención a través de su más reciente obra, "¡Silencio!", publicada por Editorial Debate. Este libro emerge como un manifiesto que no solo critica la omnipresencia del ruido en nuestras vidas, sino que también lo presenta como una forma de resistencia contra el sistema y el modo de vida que se nos impone.
"Sin dejar de creer en la necesidad del trabajo para la emancipación, el hecho de tener un puesto laboral que nos sirve para sobrevivir no nos hace mejores. Hay una promesa siempre incumplida del capitalismo y el neoliberalismo que es 'vamos a progresar como sociedad y como individuos'. Ya vemos que no es así" explica Bravo.
El silencio, ese estado tan esquivo en la contemporaneidad, se explora no como una simple ausencia de sonido, sino como una herramienta poderosa contra el narcisismo y la aceleración de nuestras sociedades.
Bravo sostiene que vivimos en una era definida por el "imperialismo sonoro", un concepto que engloba tanto la contaminación acústica de nuestras ciudades como la saturación de nuestras mentes con información constante, una realidad exacerbada por las redes sociales y la mencionada economía de la atención. Según un informe publicado por UNICEF, el libro subraya el impacto negativo de esta omnipresencia de pantallas en la salud mental de los adolescentes europeos, relacionando el incremento de casos de ansiedad, depresión y suicidio con nuestra incapacidad de desconectarnos y disfrutar del silencio. "Escuchar, observar, callar, estar tranquilo nos hace recuperar la atención. Y esta última palabra tiene dos significados: uno es poner el foco en algo o alguien y el otro es cuidar. La línea directa entre este concepto y el amor bien entendido - que no el romántico- es clarísima. cuando estamos más atentos queremos más, y entre otras cosas a la vida".
La obra plantea preguntas incómodas, cuestionando desde cuándo el ruido comenzó a dominar nuestras vidas hasta por qué hemos llegado a considerar el silencio como un lujo reservado para unos pocos privilegiados. Aventurándose en hechos históricos, traza el origen de nuestra actual cacofonía al desarrollo de la Revolución Industrial, momento desde el cual el ruido se ha convertido en sinónimo de progreso.
Sin embargo, "¡Silencio!" no se limita a diagnosticar el problema; también ofrece soluciones. Pedro Bravo sugiere que la meditación y una consciente reducción del ruido pueden servir no solo para combatir el estrés y la ansiedad sino también para fomentar la creatividad y el bienestar general. Además, argumenta que la sociedad moderna necesita reevaluar su obsesión con la productividad y aprender a valorar el "derecho a la pereza" y el silencio como componentes esenciales de una vida plena.
El silencio y el aburrimiento son fuentes de creatividad. Vivir en constante actividad y ruido nos puede llevar a perder de vista lo esencial de nuestra existencia.
