¿Cuánto hay que lavarse los dientes? ¿Qué significa el sangrado? ¿Y si nos falta un diente? Un dentista responde a todas las dudas sobre la boca
José Luis Alonso es odontólogo y responde a las mil preguntas sobre salud bucodental que tiene el ciudadano de a pie
Las entrevistas de Aimar | José Luis Alonso, odontólogo
Madrid
Cuando hablamos de los dentistas hay dos cosas claras: primero, que todos coinciden en que nos lavamos mal los dientes o que nuestra salud bucodental es pésima; segundo, que nos dan un miedo terrible. En 'Hora 25', con Aimar Bretos, hemos hablado con el doctor José Luis Alonso Berrojo, odontólogo y tesorero del Colegio de Odontólogos de Madrid (COEM) que ha respondido a las mil preguntas sobre la boca. Desde cómo limpiar una férula de descarga hasta si es bueno usar un limpiador de lengua.
Pregunta: ¿Cuántas veces hay que lavarse los dientes al día?
Respuesta: Lo adecuado son tres veces al día. Fundamental sería la higiene de la noche, porque es cuando más tiempo van a estar nuestros dientes en contacto con los factores cariogénicos y además, las medidas de protección natural, como son los movimientos de la lengua o la secreción de saliva, disminuye mucho durante la noche.
P: ¿Cómo tiene que ser un buen cepillado?
R: Un buen cepillado tiene que limpiar los dientes, tiene que limpiar todas las caras, lascara externa, la cara interna. Pero también tenemos que limpiar la encía, la mejilla y muy importante, el dorso de la lengua, porque ahí hay una gran cantidad de bacterias. Luego también tenemos que tener medidas de apoyo porque los cepillos no limpian la cara interdental donde los dos los dientes están juntos unos con otros; y ahí tenemos que usar o bien seda dental, el hilo dental o si el espacio es amplio, podemos utilizar los cepillos interdentales.
P: La seda, ¿cada vez que nos limpiamos los dientes?
R: No vamos a martirizar a la gente. Con una vez es suficiente.
P: ¿Y la seda dental no es agresiva para las encías?
R: La seda dental quizá es uno de los mayores aliados de la encía. Es uno de los mayores enemigos de la enfermedad periodontal y de la caries. Bien utilizada, la seda no daña para nada. Lo único que al principio nos resulta complicado utilizarla porque la boca es pequeña, los dedos no sabemos cómo meter el hilo. Si la seda no es gruesa, la introducimos con gracilidad, no tiene por qué hacer daño a la encía. Es la gran aliada de la encía.
P: No nos podemos meter el mismo trozo de seda a la vez, ¿no?
R: Si podemos hacerlo como cuando pasamos página con la máquina de escribir, bien. Si no, tampoco pasa nada.
P: La lengua, ¿cómo se limpia?
R: Podemos cepillar el dorso de la lengua o bien utilizar los aditamentos específicos que tenemos para ello. Son unos rascadores de lengua que los introducimos con cuidado y desde la parte posterior hacia el interior, vamos rascando, como arrastrando, porque la lengua es uno de los sitios donde más bacterias se acumula.
P: ¿Cepillo eléctrico o manual?
R: Ambos son eficaces en la remoción de la placa. Lo fundamental en el cuidado oral es la eliminación de la placa, y la mejor manera de hacerlo es de una manera mecánica y la mejor manera de hacerlo mecánicamente es con el cepillado. Entonces, ambos cepillos bien utilizados son igual de eficaces, quizá un poquito más el eléctrico. El cepillo eléctrico es mucho más sencillo de utilizar. Un cepillo manual es sensible a la técnica, sensible al movimiento. Entonces no todos tenemos la misma habilidad, no nos paramos en cada diente haciendo el giro adecuado, etcétera. El eléctrico simplifica mucho la limpieza, la eliminación de la placa.
P: Si nos apretamos demasiado la encía con el cepillo eléctrico, ¿nos la podemos cargar?
R: Si nos apretamos con cualquier cepillo, podemos lesionar los tejidos duros y los tejidos blandos, ya sea el diente o la encía. Entonces el cepillo eléctrico habitualmente tiene un sensor de presión que enciende una lucecita. Se pone en rojo si hacemos un poquito más de presión de la que debemos. Nos protege en eso. En un cepillo como otro, si aplicamos una fuerza excesiva o el cepillo es excesivamente duro, podemos producirnos un daño.
P: ¿Los cepillos duros son peores?
R: Quizás no son una buena opción para cepillarse los dientes. Al final tenemos que cepillarnos todos los días y durante muchos años. Entonces más vale no traumatizar. Un cepillo de dureza media o suave sería lo adecuado. Depende del biotipo de encía de cada uno. Hay gente que tiene encía más gruesa, con más colágeno, más queratina, que resiste mejor el cepillado que otros. Quizá la gente que tiene un biotipo grueso, puede ser más permisiva con un cepillo medio, pero la gente que tiene un biotipo fino, grácil, es mejor que utilice un cepillo suave para evitar posibles retracciones por el daño, por el cepillado continuo durante los años.
P: ¿Qué cosas hacemos mal habitualmente?
R: Yo creo que todo lo hacemos mal. Hemos mejorado mucho, pero yo creo que no sabemos limpiarnos bien los dientes, pero es porque no nos han educado adecuadamente. Creo que no nos lavamos el número de veces suficiente y no nos lavamos con la técnica adecuada para eliminar la placa. Si hacemos una buena prevención, prácticamente poco vamos a tener que tocarnos los dientes. Es preferible hacer una buena higiene y hacer tus revisiones periódicas para que sean cosas mínimas que dañen poco estructuralmente al diente, a que luego tengamos que hacer tratamientos que ya no solo son costosos, sino que son muy lesivos también porque tenemos unas estructuras dentales dañadas.
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P: ¿Hay alguna periodicidad aconsejable para las limpiezas bucales?
R: En condiciones normales, un individuo normal, un año está bien. Año, año y medio está bien.
P: Cuando yo tengo, por ejemplo, un colmillo que cuando tomo algo muy frío me duele, o cuando incluso limpiándome los dientes noto que hay un nervio. ¿Tengo que incidir más al limpiarme los dientes en ese diente o menos?
R: Si tienes sensibilidad en el colmillo, lo adecuado es que vayas a tu dentista y que examine qué es lo que pasa en ese colmillo. Si tienes una lesión de cuello, un desgaste en el cuello, por el cepillado, por ácido de boca, por lo que sea. Están los túbulos dentinarios al aire y simplemente están irritándolo y tienes sensibilidad, o tienes una caries en la zona, o tienes una fisura en la pieza. O sea, ver qué es lo que pasa para aplicar lo adecuado. Si hay sensibilidad, a lo mejor una pasta con más contenido de flúor o una pasta antisensibilidad.
P: ¿En qué me tengo que fijar a la hora de comprar un dentífrico?
R: Básicamente que tenga la cantidad de flúor adecuada. Para un adulto está en unas 1.400-1.500 partes por millón. Y eso lo que hace es proteger el esmalte, lo hace más resistente a los ácidos de boca, que ablandan el esmalte y facilitan la penetración de las bacterias y las caries. El flúor refuerza el esmalte. Luegom que sea una pasta bien estandarizada, porque las pastas básicamente tienen jabones, emulsiones, para ayudarnos a limpiar, pero también tienen sustancias inorgánicas que ayuda a arrastrar. Eso tiene que ser en la cantidad adecuada y de la calidad adecuada para que no nos rayen los dientes, no nos desgaste el tejido duro, el esmalte.
P: ¿Y los colutorios sirven para algo?
R: Los colutorios sí sirven, pero son un coadyuvante de la higiene dental normal. O sea, nunca puede sustituir a lo que hemos dicho antes: el arrastre mecánico de la placa por el cepillo y también el complemento de la seda o de los cepillos interdentales.
P: Alguna vez que comemos fuera de casa o que por lo que sea no tenemos cepillo a mano o estamos en casa de un amigo que sí tiene pasta, pero no tiene un cepillo para nosotros. Lo de lavarnos con el dedo y pasta, ¿eso tiene sentido, es una guarrada?
R: Yo creo que no tiene mucho sentido porque no va a arrastrar nada, ningún tipo de placa. Si queremos pensar en el efecto que puede hacer el flúor, como que se quede ahí y que nos ayude a neutralizar. Pero vamos, mucho sentido no tiene porque no pasa nada porque no nos lavamos una vez los dientes. Si dices bueno, es que he tomado una dieta muy cariogénica, muchos azúcares refinados que son peligrosos, pues nos enjuagamos un poquito y así si queremos bajar la carga. Pero no va a pasar nada.
P: ¿Exactamente qué son las caries?
R: Es una enfermedad infecciosa, aunque realmente la generan las bacterias, que penetran en el interior del diente porque a partir de los azúcares los gérmenes de boca los fermentan, generan ácidos que hacen como un soplete en la superficie del esmalte, creando orificios por donde penetran las bacterias. Y luego ya se comen toda la estructura del diente, van destruyendo, hasta que las propias fuerzas de masticación provocan que se fracture. O sea, llega vulgarmente al nervio y hay que hacer una endodoncia. Esa es la caries, una enfermedad infecciosa azucar-dependiente.
P: ¿Incluso las personas que no toman azúcar pueden tener caries?
R: Sí. Porque pueden tener un pH ácido por lo que sea, por problemas de la saliva, que no neutraliza el pH ácido de la saliva. El pH ácido ablanda el esmalte. Sin tomar azúcares.
P: ¿Entonces sí que hay personas más propensas genéticamente a tener caries?
R: Hay personas más propensas genéticamente a tener caries, por alteraciones en la saliva, alteraciones en la flora bucal, porque en la boca hay muchas bacterias, pero que están en un equilibrio. Si se rompe ese equilibrio y se favorece un grupo de bacterias acidófilas, que generan más ácido que otras, entonces van a ser más propensas a la caries. Una dieta rica en hidratos de carbono va a seleccionar una serie de bacterias, el famoso Streptococcus mutans, que parece el malo de todo, lo que hace es generar más ácidos, más caries y es característico de esas bocas que están prácticamente destruidas.
P: Usted ha tenido que ver cosas...
R: Hombre, uno lleva muchos años y ve muchas cosas. Y también vamos viendo los avances, los grandes avances que van surgiendo. Lo que pasa es que no tenemos repuesto para todo.
P: ¿Ahora mismo para qué no tenemos repuesto?
R: En la boca... podemos reponer prácticamente todo, porque si no hay hueso podemos regenerar hueso. Con los implantes podemos restituir los dientes perdidos. Con los dientes desgastados, los dientes erosionados o aprisionados por ácido, podemos restituir pegando finas láminas, no como antes que teníamos que desgastar para poner coronas. Ahora simplemente aquello que falta se adhiere.
P: Eso es lo que se llama carillas...
R: Sí. Son carillas. También en los dientes anteriores, en las muelas, los overlays, los 'tabletops', en los que simplemente pegamos aquello que sean dientes gastados por ácido. Son esos dientes planos. Es algo muy frecuente en la actualidad debido a las bebidas bicarbonatadas, a los refrescos ácidos, el zumo de frutas o la gente que vomita en exceso. Son dientes con unas superficies planas que se han ido comiendo, se ha perdido la anatomía, simplemente fabricamos aquello que falta y lo adherimos.
P: O sea que las bebidas azucaradas machacan los dientes...
R: Los refrescos, por un lado, tienen muchos azúcares refinados, con lo cual favorecen la carie y muchos de ellos tienen pH ácidos. Esos ácidos alteran, no solo el pH, sino que favorecen la caries y también van desgastando el esmalte del diente, se va como desdibujando, se va aplanando. Es una cosa muy frecuente en el mundo actual.
P: ¿Por qué hay personas que tienen los dientes más amarillos que otras sin fumar?
R: La dentina de cada uno ya... Genéticamente, cuando somos más jóvenes, tenemos un color más blanco, quizá más bonito, que más nos gusta. Pero con el tiempo se va saturando la dentina y luego también se va desgastando el esmalte y nos aparece lo que es el color más interno de la dentina, que es un color amarillento, más saturado de lo normal. Podemos blanquearlo para que esté más bonito, pero es una tendencia natural.
P: ¿Los blanqueamientos son completamente sanos?
R: Los blanqueamientos bien realizados, con las medidas de protección adecuada y con los materiales adecuados, son una técnica segura y cosméticacamente, estéticamente, bien. bien. Lo que no se debe hacer es un blanqueamiento por la cuenta de uno, sin saber qué es lo que se está poniendo, porque son agresivos pueden provocar daños pulpares, pueden quemar las encías.
P: ¿Están viendo muchas salvajadas?
R: Estamos viendo gente que luego tiene unas sensibilidades tremendas o que hay que hacer endodoncias después, o que tiene quemaduras en el tejido blando importantes y otros que no sirven para nada, que están haciendo cosas que con líquidos es imposible, que no blanquean. Con la estructura que tienen no hacen nada.
P: ¿Hay mucho intrusismo en el sector?
R: Siempre lo ha habido. Hay mucha venta por internet de cosas que tenía que haber control. Y no hay control. Porque realmente son medicamentos.
P: Un blanqueamiento bueno, ¿cuánto dura?
R: Un blanqueamiento hecho adecuadamente un año perfectamente dura. Se mantiene con las mismas características el diente. Y luego conviene evaluar, cada cuánto tiempo pues hacer un pequeño recordatorio para mantener el tono conseguido. Lo que no podemos pretender es blanquearnos y luego no hacer nada después, porque si no, pues poco a poco las sustancias que van tiñendo se van introduciendo el diente y volvemos otra vez al color base que teníamos. Pero si hacemos unos recordatorios que suele ser al año, año y un poquito, un recordatorio pequeño, pues se mantiene.
P: ¿Beber café afecta al color de los dientes?
R: Depende de la porosidad del esmalte de cada uno. Unos son más poderosos que otros y se tiñen con más facilidad. Con el café, con el té, con el tabaco, con el vino tinto. Una serie de cosas. No especialmente con uno o dos cafés al día que podamos tomar, vamos a decir bueno, es que mis dientes son así por las dos tazas de café que tomo.
P: ¿Usted que nota cuando ve la boca de un fumador?
R: Independientemente de la pigmentación de los dientes. Se ve una encía de un color violáceo, que no está sana. El tabaco es uno de los grandes enemigos de la encía y uno de los factores predisponentes para la enfermedad periodontal. Una enfermedad que afecta a gran parte de la población y que tiene unas consecuencias importantes en la dentición. El tabaco, básicamente, uno de los daños que provoca es una alteración de la micro-vasculatura de los micro-vasos de la encía, con lo cual hace que no llegue ni suficiente sangre, ni suficientes nutrientes a las células gingivales, con lo cual ni podemos defendernos adecuadamente de esas bacterias que están en boca de una manera habitual, ni tampoco podemos regenerarnos cuando se produce cualquier daño sobre los tejidos. Un fumador importante equivale a no lavarte los dientes en cuanto a daño. Y luego también la influencia que tiene en el cáncer oral. El tabaco, junto con el alcohol, son los dos factores que nos predisponen al cáncer oral.
P: Hábleme del cáncer oral, cómo es y qué consecuencias tiene.
R: En el cáncer oral, nosotros podemos verlo, porque en otros órganos, el estómago, colon, etc. Hace falta una serie de pruebas para verlo, para diagnosticarlo. Pero nosotros tenemos la ventaja de que en una exploración visual lo vemos. Es muy importante visitar periódicamente una vez al año o año y medio al dentista, para que nos explore no solo los dientes, sino los tejidos blandos de la boca. Ante cualquier úlcera, cualquier úlcera no dolorosa, una úlcera que no nos molesta, una úlcera que no se cura, una úlcera que dura más de siete-diez días, rápidamente tenemos que ir al dentista, no sea que tengamos una lesión cancerosa realmente ahí debajo. También ante lesiones blancas o leucoplasias, que hay que vigilarlas, o lesiones rojas o las leucocitoplasias, lo adecuado es ir al dentista. Se diagnostican fácilmente y ante la duda se hace una biopsia y ya está.
P: ¿Qué es mejor hacer cuando tenemos una llaga?
R: Valorar si conozco el origen de la llaga. Ssaber si me he mordido. Si queremos ayudar un poco, pues hay pastillas en la farmacia que nos anestesian un poquito o geles de ácido hialurónico que nos ayudan a la cicatrización y eso en siete días, va a curar. Si no conozco el origen, hay que estar pendiente. Hago mis medidas y si en siete días no desaparece, iría a que me la revisen la llaga.
P: ¿Nos dice algo la pinta de la llaga?
R: Al principio casi todas las lesiones van a tener un mismo aspecto. A lo mejor un fondo rosado, redondeada, los bordes un poco elevados. Cuando la dejamos evolucionar más tiempo, cuando es algo algo más feo, va teniendo un aspecto que no es la llaga habitual, puede ser irregular o los bordes un poco sangrantes.
P: ¿Qué es el sarro?
R: Es la la placa bacteriana, que no la hemos retirado en su momento. La placa es algo vivo, en principio es una cosa primitiva, pero con las horas, con el tiempo va madurando, van llegando gérmenes diferentes, se va estructurando de determinada manera y también se va depositando el calcio que hay en la saliva y se va calcificando la placa.
P: O sea, si hay sarro es porque la gente no se ha limpiado bien la zona.
R: Exactamente. Hay zonas, por ejemplo donde salen los conductos de las glándulas salivales, que es muy frecuente que si uno no está muy pendiente, pues se producen unos pequeños depósitos en casi todo el mundo, que luego cuando vamos a hacer una limpieza pues los quitamos.
P: ¿En qué zonas se acumula más mierda?
R: Yo creo que por experiencia la zona que más dificultad en general para la gente son la caras internas de los molares inferiores. Esa zona posterior es la zona que a todo el mundo le cuesta más.
P: ¿Por qué el ser humano tiene mal aliento?
R: El mal aliento es un problema multifactorial que puede venir de la boca, pero puede también venir de las vías digestivas, de las fosas nasales... En la boca, si tenemos enfermedad periodontal, caries o concentración de un tipo de bacterias podemos tener mal aliento.
P: Cuando a un niño pequeño se le empiezan a caer los dientes, ¿es mejor quitarlos o dejar que se caigan para que no se los traguen?
R: La tendencia natural es que se exofolie según va el diente que está debajo lisando la raíz de ese diente leche y se caerá solo sin producirle al niño ningún trauma. Solamente cuando, por alguna razón, ese diente se mueve o no se mueve y se tenía que haber exfoliado, tenía que haber caído y no ha caído. Entonces, sí que ya le verá su dentista y sí que lo ayudará para facilitar la salida del otro. Es mejor no traumatizar al niño, que lo vea como algo natural. Con su ratoncito Pérez luego... (risas)
P: ¿Hasta qué edad es normal tener dientes de leche?
R: Eso es bastante variable. Antes éramos más cuadriculados, pero ahora depende mucho de la genética. Depende de cómo hayan sido los padres. Llega un momento en que si un diente de leche persiste es porque no tiene debajo el definitivo y entonces el diente de leche se queda. Ante la sospecha de que pueda persistir demasiado tiempo se hace una radiografía, para ver si tiene debajo el diente definitivo o es una agenesia, que no existe ese diente, que eso es frecuente también.
P: ¿En ese caso qué se hace?
R: Hay que valorar las opciones, pero a veces se deja el diente de leche. Como no hay ninguno debajo que haya destruido la raíz...
P: ¿Van a acabar desapareciendo las muelas del juicio?
R: Sí, por evolución no las necesitamos. El espacio cada vez es menor. Hay gente que ya no tiene, al igual que los incisivos laterales...
P: ¿Esos cuáles son?
R: Los que están al lado de los dos centrales. Es relativamente frecuente. Es un problema estético importante porque luego se movilizan los caninos. Eso hay que tratarlo porque si no, no solo no queda bien, sino que se altera la funcionalidad. Cada diente tiene una posición y una función en la boca.
P: ¿Cómo se limpia una férula de descarga?
R: Lo puedes cepillar con los cepillos estos especiales que son para prótesis, puedes añadir una gotita de sustancia que que no dañen a la superficie. Puede ser tipo Fairy. Y aclararlo. También periódicamente lo introduces durante el tiempo que te diga el fabricante en esas pastillitas que hay para limpiar materiales plásticos cada cuatro o cinco días. Específica cada día no hace falta. No hay que limpiarlo con pasta de dientes.
P: A mucha gente le da miedo ir al dentista, ¿cómo gestionan el miedo?
R: Hay que tratar de dar confianza al paciente, ver cómo es y también ver qué experiencias previas ha tenido. Porque todos a veces somos fruto de las experiencias previas que hemos tenido en un momento dado de la vida, pero que creo que actualmente si uno se toma el tiempo, habla, tranquiliza, explica lo que va a hacer. No me he encontrado tampoco pacientes que no haya podido tratar o que lo hayan pasado mal. Incluso tengo pacientes que se duermen.
P: ¿Alguna recomendación para los ciudadanos?
R: Importante la higiene bucodental, que es quizá lo que más nos va a salvar. Una técnica de cepillado adecuada, cepillarnos tres veces al día bien, utilizar la seda dental, que es fundamental o los cepillos interdentales si tenemos mucho espacio. Si luego queremos utilizar colutorio, pues pues fenomenal. En cuanto a los signos de alarma: un sangrado en la boca, cuando a veces nos cepillamos, escupimos la pasta para enjuagarnos y aparece rosita la pasta. Si eso es una vez puntual nos hemos podido hacer daño. Si vemos que ocurre con frecuencia, cuidado, porque puede ser el único signo de la enfermedad periodontal, entonces puede ser asintomática durante muchos años mientras nos va destrozando. Y lo único que notamos es que sangra un poquito la encía o tenemos un ligero sabor a metal en boca. Entonces ante esa sospecha, pues lo mismo: ir a que a que nos revisen. Y luego ante cualquier lesión en boca, cualquier cosa que nos veamos, que nos resulte extraña, pues lo mismo ir a que nos revisen. Más vale que nos digan que no es nada, que no por esperar luego pues tengamos una sorpresa importante y perder el miedo al dentista porque somos humanos.
Las entrevistas de Aimar | José Luis Alonso, odontólogo
Alejandro Becerra
Redactor de 'Hora 25' desde octubre de 2020....