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Las extrañas aficiones de Miren Ibarguren

La figura de Isabel II a tamaño real, una réplica de David Hasselhoff y chándal lleno de caras de Nicolas Cage. La actriz tiene una colección de recuerdos particulares, pero nada tan sorprendente como su obsesión por reventar granos: "He llegado a ofrecer dinero para que me dejasen hacerlo"

Las extrañas aficiones de Miren Ibarguren

Madrid

La infancia de Miren Ibarguren está marcada, entre otras cosas, por la profesión de su madre. Era charcutera en el mercado de La Bretxa (San Sebastián) y ella, como hacían todos los hijos de los tenderos de aquella época - hablamos de los años 80/90 -, siempre que podía iba a echar una mano con el negocio. "Con diez o doce años yo te partía un pollo o un cochinillo", ha contado la actriz. No sabemos si esto despertó el amor por la cocina, pero las horas que pasó detrás del mostrador sí que sirvieron para dar rienda suelta a sus dotes artísticos e interpretativos: "Me gustaba mucho imitar. Lo hacía con todo el mundo, ya fueran mis profesores o los clientes de mi madre. Y cuando ella estaba triste cogía las orejas de cerdo, me las ponía en la cabeza y hacía personajes para hacerle reír".

Las extrañas aficiones de Miren Ibarguren

Lo del humor también le viene de niña, de hecho una de sus preocupaciones era "tener de dejar de hacer el chorra" cuando se hiciese mayor: "Mi madre me decía que cuando fuese adulta ya no podría hacer tanto el chorra y, cuando me vino la menstruación, estuve tres o cuatro días súper seria". Posiblemente uno de los caminos más cortos entre esa ansiada libertad de expresión y el corsé que le imponía la edad adulta fuese la elección que terminó haciendo: ser actriz.

De no haber sido actriz, según le ha contado a Mara Torres, habría optado por la dermatología. Y atención a la peculiar explicación que le ha dado: "Por reventar granos, que me vuelve loca. He llegado a pagar cinco pavos para que me dejasen hacerlo", ha confesado la actriz entre risas. Esto ya sorprende, pero sus extrañas aficiones no terminan aquí: "A mi tía María Jesús le regalaron un ajuar entero con la cara de Grace Kelly y de su marido. Cuando fui a Londres vi que tenían un montón de merchandinsing de la realeza y me pareció tan guay que empecé a acumular cosas". Llegó a tener a la reina Isabel II a tamaño real en la puerta de su casa, aunque ahora la ha plegado para poner en su lugar a David Hasselhoff. "Voy por temporadas", ha rematado la actriz.

Elena Sánchez

Redactora y productora en Cadena SER. Hablar...