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Remedio contra la araña roja y consejos para cuidar el kumquat

La humedad es la clave para combatir las plagas de este ácaro, también presentamos varios cítricos que pueden crecer en una maceta

🕷️🍊 Araña roja y kumquat | Meterse en un jardín, con Eduardo Barba

Madrid

En la radio tenemos un macetón donde crece la aspidistra y la diefembaquia. Y tenemos dos novedades: una buena y otra mala. La buena es que tenemos muchas nuevas hojas en la aspidistra (Aspidistra elatior), lo que nos habla de lo a gusto que está esta planta en la radio. Está en un lugar con mucha luz, pero sin nada de sol directo, alejada unos tres metros de unos ventanales, al pie de un sofá negro al que complementa de maravilla.

Remedios contra la araña roja y consejos para poner un kumquat en su vida

La araña roja

La puse ahí para que los invitados que se sienten en él se encuentren acompañados del magnífico verdor de esta planta, cuyo origen está en un archipiélago al sur de Japón, donde crece formando el sotobosque de grandes árboles perennes, parientes de nuestra encina (Quercus ilex). Esta mañana me ha parecido contar unas nueve hojas nuevas, todo un éxito. Pues esta era la noticia buena. La mala es que su compañera en el macetón de autorriego, (Dieffenbachia seguine 'Compacta') tiene un ataque de araña roja.

¿Qué es la araña roja?

Se trata de un ácaro muy pequeño, casi microscópico, que ataca a muchas de las plantas que cultivamos. Cuando hay mucha cantidad de araña roja, se suelen apreciar unas finísimas telas de araña, especialmente en la punta de los tallos. El adjetivo de "rojo" lo recibe por el color más habitual que tiene su cuerpo diminuto. Debido a este tamaño tan pequeño, muchas veces es más fácil detectar esta plaga por el daño que provocan que por ver al ácaro mismo. Hay plantas muy propensas a contraer esta plaga. De hecho, cuando traje esta diefembaquia para plantarla junto a la aspidistra tuve dudas, ya que sabía que, antes o después, la diefembaquia tendría araña roja. De esto podemos hablar otro día, de la propensión de ciertas plantas a contraer ciertas plagas o enfermedades. La araña roja es como un minúsculo vampiro que chupa los jugos celulares en cada hoja y tallo tierno, debilitando a la planta.

¿Qué vamos a hacer para evitar esto en nuestra planta?

Ahora, para eliminar o controlar a esta araña roja (que también ha pasado a estar en la aspidistra), vamos a aplicar un remedio de lo más inocuo para nosotros. La araña roja adora las temperaturas cálidas y la sequedad ambiental, dos factores de cultivo que suelen estar presentes en el interior de las casas, de las oficinas o aquí, en la radio. Pues bien, como la araña roja detesta la humedad ambiental, lo que vamos a hacer es, directamente, lavar las hojas de la diefembaquia y de la aspidistra. Así, la mantendremos a raya por efecto del lavado que haremos con el pulverizador, así como al aumentar la humedad en su entorno. Es muy importante aplicar el agua con el pulverizador por el envés de la hoja, que es donde se localiza la mayor cantidad de arañas rojas. Con hacerlo un par de veces a la semana, limitaremos o incluso haremos desaparecer a este molesto bichillo, pariente de las arañas.

Llega un kumquat a la terraza de la SER

Se trata de un kumquat de fruto oval o kumquat nagami (Citrus margarita), un maravilloso cítrico de origen asiático, lleno de cualidades, tanto estéticas como gastronómicas. La razón de haber elegido esta planta para la terraza de la radio son varias. La primera, porque me encanta. Hace algo más de diez años me encontré un kumquat tirado en una calle en la que estaba trabajando de jardinero. Estaba al pie de un contenedor de la basura, sin una sola hoja verde en sus ramas. Solo tenía algunas secas, marrones. Hice una pequeña incisión en la corteza de una de las ramas, para ver si estaba vivo, y, efectivamente, estaba todavía vivo. Así que lo llevé a la casa que tenía mi hermano mayor por aquel entonces, que contaba con una terraza enorme. Lo podé un poco, lo regué muy bien, y al cabo de los pocos días se puso a brotar como loco. Desde entonces está en mi familia, ahora en casa de mi padre, que se encarga de regarlo.

El fruto del Kumquat

Cada año produce una gran cantidad de frutos, que son una delicia. Estos frutos que traigo aquí son una pequeña parte de los que ha producido este año. El kumquat tiene la peculiaridad de que su fruto se come con piel, entero, algo inusual en el mundo de los cítricos, que normalmente cuentan con pieles bastante rígidas. A quien le gusta, le parece un manjar, sin duda: su piel es dulce, y su pulpa es ácida, por lo que su sabor es único. Además de comerse tal cual, con este fruto también se hacen mermeladas y dulces, salsas para distintos platos o interviene en cócteles incluso.

¿Qué otras razones nos han llevado a meter esta planta en la terraza?

Su belleza maravillosa sería otra buena razón. Sus hojas son muy bonitas, de un verde oscuro, que se juntan con las de color verde fresco cuando brotan. Ahora, a partir de abril, se llena de pequeñas flores blancas muy aromáticas, flores de azahar (como en otros cítricos). Si todo va bien, muchas se fecundarán, que darán paso a estos pequeños frutos. A partir del otoño empezarán a colorearse de naranja, y durante todo el invierno y el inicio de la primavera adornarán la planta. Es innegable que es otra planta para tener en la terraza o en el jardín.

¿Crece bien en una maceta?

Sin duda, crece de maravilla. Si le procuramos un macetón, mejor que mejor, para que tenga más espacio para desarrollar su belleza. En zonas más frías de España, funciona a las mil maravillas, porque resiste temperaturas bajas. El kumquat de mi padre resistió el temporal Filomena sin problema, sin despeinarse. Eso sí, tenemos que procurarle algo de sol directo, al menos un par de horas diarias, para que esté más feliz. Como con todos los cítricos, hay que aplicarle un abono específico para cítricos, ya que no sería suficiente el que damos a las otras plantas de la terraza o del jardín. Los cítricos son muy demandantes en magnesio, por ejemplo, y los abonos específicos para ellos tienen una proporción más alta de este elemento. En cuanto al agua, le gusta tener una tierra con un punto de humedad medio, que no le falte nunca, ya que no le gusta pasar sed. Otra cosa: es conveniente quitarle los frutos maduros antes de que comience a brotar en primavera, para favorecer una mejor floración en el kumquat.

¿Hay otros cítricos que se puedan cultivar en una maceta?

En una terraza se podrían tener también otros cítricos en maceta. Por poner otro par de ejemplos, mencionaré el calamondín (Citrus madurensis), uno de cuyos padres es, precisamente, el kumquat. Es también un gran productor de frutos, que se quedan en sus ramas durante muchísimos meses, lo que le da un gran carácter decorativo. Otro cítrico perfecto para maceta es el limequat (Citrus aurantifolia x Fortunella japonica), aunque este no funciona tan bien en regiones con inviernos muy fríos, al contrario que el kumquat y el calamondín, más resistentes.

De momento, a nuestro kumquat lo voy a trasplantar a un buen macetón de casi 50 centímetros de ancho. Hay dos sitios que me gustan mucho, así que voy a probar cómo queda en ellos. Más adelante, plantaré alguna planta compañera en su base, que ya sabéis que me gusta mucho conjuntar las plantas de esta manera.

Eduardo Barba

Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador...