El truco infalible para descubrir si una planta ha muerto o sigue viva
No sería la primera vez que me encuentro en la basura una planta viva que sus dueños han tirado porque han pensado que estaba muerta: esta es la técnica más sencilla para comprobarlo
Madrid
Llega el momento de revisar cómo han aguantado el invierno nuestras plantas: si bien vemos que, en general, hay un resurgir y rebrotar en una mayoría de las plantas, no todas se han despertado todavía, y algunas necesitan ganar en confianza y en horas de calorcito para que se decidan a rebrotar en primavera. Vamos a hablar de la que están en floración, como las calas y los tulipanes, y vamos a compartir un truco sencillo pero muy eficaz para comprobar de forma definitiva si una planta que creemos muerta lo está realmente o sigue viva.
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Calas
Cuando planté el rizoma de cala (Zantedeschia aethiopica), a finales de noviembre, la pregunta que nos hacíamos era cuánto iban a tardar en florecer. La respuesta nos la da la planta: ahora en abril ya tiene su primera inflorescencia. Este año va a florecer, pero no dará tantas flores como cuando la planta se establezca. Habrá que ver si este año nos da más flores o solo esta. Lo importante es que no le falte el agua, que la cala es muy demandante en humedad, y le daremos un extra de abonado para que forme una buena masa de hojas y la planta tenga más fuerza. Ahora está preciosa con este acompañamiento de las flores blancas de la mielaria (Lobularia maritima) en la parte baja.
Tulipanes
¿Qué hacer cuando empiezan a tirar los tépalos?
A nuestros tulipanes (Tulipa cv.), todavía les quedan unos cuantos días de floración, pero, a medida que tiran los tépalos, lo primero que hago es quitar lo que queda de los órganos femeninos de la flor, para que la planta no destine energía a una parte que no nos interesa (aunque estos tulipanes suelen ser estériles y no formarán semillas). Sí que les dejo todo el tallito que sujeta la flor, para que también contribuya a hacer fotosíntesis y a dar energía a la planta. Ahora recibirán un abonado —hoy estamos mencionando mucho el abonado, vemos lo importante que es para las plantas que cuidamos en casa—.
Lo que ahora hará la planta será meter mucha energía en el órgano de reserva subterráneo, el bulbo. En casa, lo que tenemos que hacer es seguir cuidando de la planta bulbosa (tulipán, narciso, jacinto…) hasta que la planta entera se vuelva amarilla y su parte aérea muera: es su ciclo natural. Lo que hace la planta es “sumergirse” o “enterrarse” en su órgano de reserva, para afrontar de esta manera el momento de sequía veraniega. Es una adaptación a su entorno, aunque hoy en día lo que tenemos son muchísimas cultivariedades distintas de aquellas formas naturales. Nosotros dejaremos los bulbos bajo tierra, sin desenterrar, para que el año que viene broten cuando ellos quieran.
¿Estos tulipanes volverán a florecer el año que viene?
Los bulbos de tulipán florecen unas tres veces, como máximo. Después, el bulbo madre degenera y muere, dejando bulbillos que, una vez que engorden, volverán a florecer pasados unos años. Estos bulbos que traje aquí eran de un calibre medio a grande, así que yo creo que sí, volverán a florecer el año que viene, pero con una flor más pequeña. Ya no apostaría nada a que volvieran a florecer en la primavera de dentro de dos años. Lo más probable es que, para entonces, el bulbo madre ya haya degenerado mucho, y solamente saque unas pocas hojas, sin nada de flor. Con los narcisos (Narcissus cv.) que tenemos en la terraza no tendremos ese problema de perder su floración. Los bulbos de narciso pueden florecer durante más años, a la par que forman bulbillos muy fácilmente. Estos “bulbos hijo” engordan muy rápido, y enseguida formarán flor, por lo que cada año tendremos más narcisos en la maceta, mientras tengan espacio, agua y una buena nutrición para formar flores. No todas las plantas bulbosas se comportan igual. A los narcisos también les corto la parte reproductora femenina cuando se le caen los tépalos amarillos, para que la planta no destine energía a esa parte.
Cómo recuperar plantas moribundas
Lo primero es saber por qué ha fallado el cultivo. Lo más normal es que se trate de un desajuste con la luz y con el agua. Con poca luz, como en una parte de la oficina que esté lejos de la ventana, las plantas suelen debilitarse e incluso morir. Así que, lo primero, es colocar esa planta cerca de una ventana, como en nuestro pasillo, que están lleno de ventanas. Esas ventanas miran al norte, así que cuentan con buena luz, sin sol directo. Cuando la planta crece en un sitio poco iluminado, es muy fácil pasarse con el agua, y regar en exceso. Así que tanto la falta de luz como el exceso de riego van de la mano en estas situaciones. Una vez que la planta vuelve a tener energía, porque le proporcionamos más luz y la regamos acorde con lo que nos pide (es decir, regamos solamente cuando el sustrato pierde una gran parte de humedad), vemos qué más le hace falta: ¿trasplantar a una maceta más grande? ¿Cambiarle el sustrato, a la vez que hacemos el trasplante? Lo más normal es que, para entonces, la planta haya recibido algún abonado (¡otra vez que aparece el tema del abonado hoy!), y la recuperación vaya a buen ritmo. Así que, recapitulando, lo que hacemos es aumentar la cantidad de luz, controlar el riego para no cometer un exceso y abonar. Tan sencillo como eso.
Calas, tulipanes y consejos para salvar plantas moribundas
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¿Cómo averiguamos si una planta está muerta o sigue viva?
Con plantas leñosas, se puede arañar la corteza para comprobar si los tejidos interiores siguen vivos. Cuando ves un arbolito seco por completo, en apariencia, solamente haciendo una pequeña muesca con la punta de una tijera de jardinería, o tijera de mano, se observa si hay tejido vivo: tan sencillo como si el color que aparece es verde y el tejido está fresco. Si aparece de colores pardos, o incluso negruzcos, lo más probable es que esa ramita esté muerta. Por ello, lo ideal es hacer pequeñas catas, si aparecen ramas muertas, porque muchas veces en la planta puede haber muerto una gran cantidad de la parte aérea, pero la base de las ramas permanece viva. Eso era lo que le ocurrió al kumquat que rescaté hace años de la basura: todas las puntas de las ramas estaban secas y muertas, pero su base, al hacer esta cata, vi que estaba verde por debajo de la corteza. Por eso mismo brotó, porque la planta solamente había desechado todas aquellas partes prescindibles, como las hojas y las ramas más finas, a la espera de contar con más agua que le permitiera vegetar con normalidad. Así de fascinantes son las plantas.
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Eduardo Barba
Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador botánico en obras de arte, paisajista y profesor de jardinería....
