Dembélé se olvidó de su pasado: la celebración que no gustó en Barcelona

La ley del ex se cumplió una vez más en el fútbol. Ousmane Dembélé, que recibía a sus excompañeros del Barça en París, les marcó el gol que ponía el 1-1 en el electrónico. Un buen recorte dentro del área, un gran disparo y para dentro. Después de esto al francés se le olvidó que había llevado la camiseta azulgrana hasta la temporada pasada.

Celebración por todo lo alto, con rabia, y de cara a la zona de la grada donde se encontraban los aficionados culés. No fue el único gesto que se le vio a Dembélé, tras el segundo gol, brazos abiertos y a correr, en esta ocasión con movimientos de cara a su afición para pedirles que se vinieran arriba. Dos momentos que no han sentado bien a los aficionados del Barça que los ven como una falta de respeto hacia su club.

El delantero francés hizo el que era su segundo gol de la temporada y que daba esperanza a su club de cara al partido que acabaron perdiendo por 2-3. A Dembélé y al PSG aún les queda la vuelta del próximo martes en Montjuïc para remontar una eliminatoria, de momento, favorable al FC Barcelona. El ambiente en el Lluís Companys será de noche grande de Champions, y probablemente, el recibimiento al exjugador 'blaugrana' no sea el mejor tras sus gestos durante la ida de cuartos de final.

Desde redes se ha recordado los momentos en los que el Barça, con camisetas de apoyo, mostraba su respaldo a Dembélé en los peores momentos que pasó en el club, con lesiones que le persiguieron durante toda su etapa como culé.

Además, la afición aún recuerda que las formas que tuvo el atacante francés para salir del Barça tampoco fueron las mejores. En plenas negociaciones para renovar su contrato anunció su marcha de la entidad hacia el PSG donde recaló por 50 millones de euros, menos de la mitad de lo que en su día pagó el club catalán por sus servicios al Borussia Dortmund, 105 millones más variables.

No sólo su salida y el tema económico empañaron el paso del francés por 'Can Barça', las lesiones marcaron su etapa como barcelonista en la que tuvo que perderse más de cien partidos por no estar completamente bien físicamente. De hecho, participó sólo en 185 encuentros en las seis temporadas que vistió de azulgrana, en los que nunca llegó a demostrar la calidad que se le presuponía cuando le llegó al club con apenas 20 años.