Migue: "Me busqué en Google y vi que estaba desaparecido"

Madrid

Miguel Ángel Delgado tenía una mala relación con su padre. Se marchó a Madrid a buscarse la vida y en 2015 decidió romper con todo y marcharse a Ucrania. Durante años cortó toda relación con su familia intentando buscarse a sí mismo. Hasta que un día buscándose en Google se vio en una ficha de SOS Desparecidos. Tenía una denuncia por desaparición. Hace un año que ha retomado el contacto, pero sigue buscando su vida en Jersón.

El hijo de Charo Rodríguez guardaba un secreto al que le daba miedo enfrentarse y un día decidió huir. Le encontraron desorientado y perdido en el monte. Volvería a desaparecer más veces. Siempre le encuentran porque Charo cree que en el fondo quiere que así suceda. Ahora está en terapia para aprender a enfrentarse a sus problemas y frustraciones.

Los motivos por los que una persona decide marcharse y desaparecer son tan diversos como diferente es cada persona. Y la decisión es tan atractiva como dolorosa. Huyes de una situación que te hace sufrir y, a la vez, provocas un intenso dolor a las personas que te rodean, explica la psicóloga Elena Herráez, miembro del Grupo de Intervención Psicológica en Desapariciones del COPM.

Esta semana se presentaba el informe anual del Centro Nacional de Desaparecidos. Su directora, Pilar Muniesa, nos cuenta que los datos son mejores que los del 2022. “El número de personas desaparecidas el año pasado ha bajado un 6,9% con respecto a 2022 y se han resuelto el 95% de los casos. El 66% en los primeros siete días. Han sido identificadas 294 personas fallecidas, una cifra que supera los registros de años anteriores”. El perfil medio tiene nacionalidad española, es hombre, mayor de edad y se marchó de forma voluntaria. El 31 de diciembre de 2023 quedaban activas 6.001 denuncias por desapariciones.