Fútbol femenino en Arabia: 'sportwashing', aficiones compradas y jugadoras extranjeras para enseñar a las locales

En Arabia existe una cara B en el fútbol masculino y una evidente contradicción en el fútbol femenino. Un país que no respeta los derechos humanos y en el que la mujer está bajo el denominado sistema de tutela masculina. Un lugar del mundo en el que la mujer tiene que pedir permiso para iniciar determinados estudios, vivir sola o casarse, y donde para ellas es delito reivindicar sus propios derechos. A pesar de ello, Arabia intenta vender una supuesta apertura al mundo, impulsando con mucho dinero, entre otras cosas, el fútbol femenino.

Carlos de las Heras, responsable de Amnistía Internacional en Oriente Medio, lo tiene claro ya que asegura que se trata de un caso de blanqueo deportivo. "Encaja muy bien en la estrategia de blanqueo deportivo de sportswashing que Arabia Saudí está llevando a cabo en los últimos años en varios sectores, específicamente con el tema del deporte. Lo hemos visto con cuestiones relacionadas con el fútbol femenino, la Supercopa de España que ha viajado allí en los últimos años. Es una gota más en este océano del blanqueo deportivo por parte de Arabia Saudí. Habrá que verlo, pero en estos dos años, por ejemplo, que llevará la Liga de fútbol, no hemos visto que en paralelo hayamos podido ser testigos de mejoras en cuanto a los derechos de las mujeres en Arabia Saudí", explica.

Y mientras, Arabia Saudi inyecta dinero en el fútbol femenino, como supuesta muestra de aperturismo y progreso social, se olvida de respetar algo tan básico como los derechos humanos: "Que la libertad de expresión está prácticamente en unas condiciones de represión total. Hay determinadas cuestiones que no encajan con esa imagen abierta, moderna y reformista que quieren ofrecer las autoridades saudíes. La mejor manera de impulsar ese aperturismo sería pasando por el respeto a los derechos humanos". Allí el fútbol femenino tiene muchas particularidades, todas ellas derivadas del papel que tiene la mujer en la sociedad. Por ejemplo, durante los entrenamientos, los técnicos no pueden tocar a las jugadoras para ayudarlas. Lo explican David Cabildo, entrenador del Eastern Flames de la Primera División femenina, y Marcos Ruano, intermediario de jugadoras en Arabia y director de Wigmen Sports. "El contacto físico es diferente. Tocar a una jugadora o coger por el hombro... esos tipos de contactos mejor no hacerlos", dijo el primero. "La mujer es la mujer de su esposo, y hay determinadas cuestiones que uno tiene que tener en cuenta. Esa es una de ellas. Para los entrenadores, sobre todo hombres, ha tenido que ser un desafío", añade Ruano.

Podríamos decir que el fútbol femenino es la última obsesión de Arabia, donde el atractivo es económico y donde utilizan páginas web para fichar a jugadoras con experiencia en selecciones. Lo hacen a través de fútbol jobs. Lo amplía Álvaro García, director de marketing del portal: "Y esperamos que para este verano se multipliquen esas ofertas, porque Arabia va a ir con todo, tanto en masculino como femenino. La más importante que hemos tenido es una para futbolistas que ofrecía 5.000€ más casa al mes, que prácticamente es casi el triple del salario mínimo que se ofrece aquí en España en el fútbol".

El fútbol árabe femenino tiene que buscar a las jugadoras más allá de sus fronteras, y son estas futbolistas extranjeras las maestras de las jugadoras locales. Se ocupan de enseñarles los aspectos más básicos del deporte, como dicen David Cabildo y Marcos Ruano. "Vienen jugadoras extranjeras y estas chicas son las que suben el nivel de la liga y ayudan a las saudíes a mejorar su nivel. Las chicas que no han podido empezar a jugar al fútbol hasta los 14 años, porque antes no podía... también por eso tienen siete plazas de extranjeras en los equipos, para intentar suplir un poco esa falta de experiencia con gente de fuera que venga a ayudar para el año que viene. Habrá alguna sorpresa de alguna figura que a lo mejor sí que el Gobierno apueste por traerla. Son casi parte del cuerpo técnico", subrayan.

"No conocen su propio cuerpo"

Las jugadoras saudíes necesitan esa educación deportiva, entre otras cosas porque hasta el año 2017 no se les permitía practicar deporte en las escuelas de niñas. "Digamos que no ha habido esa típica infancia como la tenía mi hermana cuando era pequeña, que jugaba fútbol en la calle, aunque fuera con chicos. Es diferente. Entonces hay muchas chicas que su propio cuerpo no lo conocen para chutar, para correr... Es muy complicado y empiezan casi desde cero, porque se ha metido el fútbol femenino ahora muy de golpe. Para que te hagas una idea, en un partido amistoso, nada más llegar, algunas jugadoras no entendían muy bien lo de ponerse en una barrera", reconoce David Cabildo.

El nivel futbolístico es el que es. Bastante justito. Y en varias zonas del país el seguimiento del fútbol femenino es prácticamente nulo. Lo asegura Ana Junyent, la única entrenadora española de la liga femenina de Arabia Saudí: "Esta liga lleva dos o tres años, no lleva más y todavía no hay un interés real por el fútbol femenino. Creo que es algo que le queda tiempo, aunque lo están intentando porque los televisan todos". Y claro, la solución pasa por contratar a grupos de animacion artificiales para que los estadios tengan algo de color. Lo han visto en primera persona tanto Cabildo como Marcos Ruano. "Se acostumbra a que en algunos estadios se paga a gente para que vaya. Hay algunos equipos que tienen, vamos a decir, la la grada de animación con empleados de la propia empresa o gente que algunos clubes contratan para que apoyen. Hay equipos que incentivan".

En el fútbol femenino árabe todo se soluciona a golpe de talonario. Son capaces de levantar clubes desde cero en 50 días. El caso del Al Katsia, club de la primera división femenina, es un ejemplo. "Cuando llegué en septiembre, me enseñaron las instalaciones y me dijeron: 'la sede hace 50 días no estaba así'. Lo que estaba viendo ha sido en 50 días. Hay 70 personas trabajando ya en el club. Llegó la directora deportiva, el entrenador del femenino, las jugadoras, el director deportivo, el entrenador masculino, los jugadores... todo en un periodo inferior a 60 días, porque empezaba la competición. No porque ellos quisieran, sino porque les vendieron el club. Dijeron sí, pero en las ligas empiezan en menos de dos meses", señala Ruano.

Después de haber recogido todos estos testimonios durante semanas, la conclusión a la que llegamos es que Arabia pretende hacer un lavado de imagen al país a través del futbol femenino, mientras la discriminación a la mujer, por el hecho de ser mujer, continúa vigente. Y si a esto le sumamos la necesidad de comprar aficionados y tener que fichar a jugadoras extranjeras para enseñar a las locales... nos queda un fútbol femenino de Arabia artificial desde la raíz a pesar de su intento por demostrar lo contrario.