"Llegué incluso a emocionarme con la posibilidad de nunca más subir a un escenario": la razón por la que Bunbury decidió sacar un libro

Madrid

La iniciativa que Enrique Bunbury tuvo con su público en el año 2023 ha sido la clave para poder publicar La carta, un recopilatorio de las cartas que entre todos sus seguidores le fueron enviando para que el propio artista se las fuera contestando una a una "a la vieja usanza". Ahora se siente muy satisfecho por este trabajo con el que espera seguir aportando sus dotes y visión al mundo musical y artístico.

La entrada en esta dinámica es fruto de su bajada provisional de los escenarios por los problemas de salud que le provocaban los humos que se empleaban durante los conciertos y actuaciones. Sin embargo, el propio cantante asegura que este tiempo le ha servido para disfrutar de todas las cosas que no se pueden gozar cuando se está de gira o actuando. Pese a que pueda parecer algo sencillo, lo cierto es que Bunbury ha explicado que le resultaba complicado, aunque "llegué a disfrutar de las cosas que se pueden hacer cuando no te subes al escenario".

Un proceso de enfrentamiento y aprendizaje individual

Una vez lanzada esta propuesta a sus fans, el autor admite que se emocionó con la posibilidad. Sin embargo, apostó en todo momento porque fuera un proceso tradicional, alejado de las nuevas narrativas y de las redes sociales. En todo momento lo que más le ha apasionado ha sido la fuerte conexión que sentía con sus aficionados. Además recalca porque realiza esto de una forma menos convencional y es que afirma que "lo que nos sucede con las redes es que todo es más ruido que conversación, así que decidí establecer un método más tradicional o a la vieja usanza".

Respecto al proceso de respuesta a cada uno de sus seguidores, insiste en la forma de escribir y la forma en la que se debe de expresar contestando a cada uno de sus fans. "La escritura, como la planteo yo, tiene que partir del corazón y luego es el cerebro, la parte más racional, la que se encarga de corregir". Pese a esto, el músico tiene claro que en todo momento también se quiere desligar de esas voces interiores que precisamente no sigan el camino primitivo, el del corazón.

"Lo que me gustaba en el diálogo era pensar que todos pensamos diferente". Bunbury tiene muy claro que todo este proceso no podía ser un simple diálogo "en el espejo" o con el que solo se acabara relacionando con la gente que solo pensaran como él. Sin embargo, el músico deja claro que no se ha tratado de un consultorio ni mucho menos: "He evitado que estas cartas se convirtieran en un consultorio, sino que quería centrarme en temas más profesionales". Como resultado de todo este proceso insiste en que todo le sirvió "para confrontar mis ideas y formas de pensar".

La ideología y la nostalgia

No ha dudado en cargar contra las formas tradicionales de pensar y es que segura que"las ideologías son muy contrarias a la naturaleza del ser humano". Cree que el ser humano lo que debe de hacer a lo largo de su vida es ir adquiriendo poco a poco diferentes ideas con las que nutrirse personalmente. "Me parece aburrido e infantil pensar siempre lo mismo toda tu vida", reivindica

Bunbury deja en La Ventana reflexiones como que "las canciones que penetran el corazón se convierten en armas de nostalgia". Afirma que las personas siempre quieren volver los momentos que la música les ha causado sensaciones de tristeza y nostalgia. Por esta razón, no ha dudado en tildar de "golosa" a la nostalgia en el ámbito musical.

El artista lleva más de 30 años de carrera y admite que el tiempo le ha dado cierta perspectiva, pero se siente "agradecido a la vida", y por supuesto, a su público. "Cuando vives de estos éxitos hay veces que el mundo en el que vivimos te hace olvidar el verdadero propósito del arte que es la necesidad de expresión y de comunicación", defiende.