Al menos cinco personas mueren en el Canal de la Mancha horas después de que el Reino Unido haya aprobado el pacto para deportar personas a Ruanda
Los encargados de Derechos Humanos de Naciones Unidas alertan de que el acuerdo pone aún en mayor riesgo a las personas que se juegan la vida para llegar a Europa
Madrid / París
Un barco con 110 personas a bordo ha naufragado esta mañana en el Canal de la Mancha, prácticamente al mismo tiempo que el Parlamento británico daba luz verde al acuerdo entre el Reino Unido y Ruanda para el envío de migrantes al país africano. La Guardia Costera francesa está desarrollando una operación de rescate y ha confirmado ya la muerte de 5 personas, una de ellas un niño pequeño.
El naufragio se ha producido a las cinco de la madrugada delante de la playa de Wimereux (entre Calais y Boulogne-sur-Mer) cuando en el barco con 110 personas ha habido un movimiento de pánico. La operación sigue en marcha, con tres helicópteros sobrevolando la zona y embarcaciones de socorro en el agua.
En enero pasado, en la misma playa, cinco inmigrantes ya perdieron la vida cuando trataban de alcanzar una embarcación en dirección a las costas inglesas. Y, en lo que va de año, las autoridades calculan que más de 5.000 inmigrantes han atravesado de esta manera el Canal de la Mancha, un aumento del 23 por ciento respecto al año pasado.
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El gobierno de Rishi Sunak ha liderado por ello una política de persecución y deportación de inmigrantes cuyo principal objetivo es su devolución a Ruanda. El naufragio en el Canal ha coincidido con una entrevista en la BBC con el ministro de Inmigración Ilegal del gobierno de Sunak, Michael Tomlinson, quien, sin hacer referencia a las posibles víctimas mortales en ese momento, se ha limitado a defender la ley y a argumentar que "como no está aún en vigor, todavía no se ven los efectos de disuasión que va a tener".
El ministro del Interior, James Cleverly, ha reaccionado poco después con un mensaje en X en el que pide que estas muertes se detengan y argumenta que la política del gobierno de Sunak para que no lleguen más migrantes en realidad lo que persigue "es no poner más vidas en riesgo".
La ONU rechaza la nueva legislación
El visto bueno que el Parlamento británico ha dado al acuerdo que habilitará al Reino Unido a enviar a inmigrantes a Ruanda ha despertado recelos en el seno de Naciones Unidas, cuyos encargados de las políticas de Derechos Humanos alertan de que ese pacto pone aún en mayor riesgo las vidas de las personas que tratan de encontrar una vida mejor en Europa.
En un comunicado firmado por los responsables de las oficinas de Derechos Humanos y de los Refugiados respectivamente, Volker Türk y Filippo Grandi, ambos avisan de que el acuerdo puede ser contrario a la legislación internacional, alertan de que sitúa a los migrantes en una situación de desamparo judicial y temen que sea un peligroso precedente. Por ello, ambos piden al Reino Unido que reconsidere esta decisión, algo que no tiene intención de hacer el gobierno de Rishi Sunak, quien ha insistido en que los vuelos de deportación se van a poner en marcha en las próximas semanas.
Esta nueva legislación obstaculiza gravemente el Estado de derecho en el Reino Unido y sienta un precedente peligroso a nivel mundial
— Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Türk y Grandi subrayan que la decisión no tiene en cuenta que el propio Tribunal Supremo británico alertó de que el acuerdo podía suponer una ruptura de la legalidad internacional y alertan de que los migrantes se verán desprotegidos en su derecho de buscar asilo judicial si temen correr riesgos por su devolución a territorio africano. "Esta decisión es un paso atrás de la tradición británica de dar refugio a quien lo necesita. El acuerdo intenta eludir la responsabilidad para la protección de refugiados y socava la cooperación internacional", destaca Grandi.
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En el texto, los dos firmantes alertan de que el pacto no tiene en cuenta las circunstancias individuales de cada migrante y el riesgo que pueden correr en su traslado a Ruanda, país que además no consideran seguro para estas personas. "Es fundamental para la protección de los derechos humanos y la dignidad de los refugiados y migrantes que buscan protección que todas las expulsiones del Reino Unido se lleven a cabo después de evaluar sus circunstancias individuales específicas en estricto cumplimiento de las leyes internacionales de derechos humanos y refugiados", pide Türk.
Por último, la ONU recuerda que esta legislación es la tercera que aprueba el Reino Unido con el objetivo de endurecer las condiciones para la acogida de refugiados en el país en apenas dos años. Lamentan el giro en la política exterior del país, denuncian que va a afectar sobre todo a mujeres y niños y, por último, avisan de que además habilita al gobierno británico para desobedecer a los requerimientos de los tribunales europeos de Derechos Humanos.
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