Una descoordinación judicial facilita la fuga de España del líder de la mafia marroquí que amenaza a la heredera de Holanda

Madrid

Pocas veces Holanda celebró tanto una detención practicada por la Policía Nacional como la que se produjo el 10 de enero en Marbella. Aquel día los agentes de la UDEF lograron dar con uno de los delincuentes más buscados y peligrosos de Países Bajos. Era Karim Bouyakhrichan, considerado como uno de los líderes más importantes de la Mocro Maffia, que había extendido sus redes gracias a la conexión con varias organizaciones de narcotraficantes asentadas en España.

La envergadura de la operación - llevaban 5 años detrás de él- llevó a la Policía Nacional a ofrecer incluso una rueda de prensa en el Complejo Policial de Canillas, en Madrid, con la participación de los máximos responsables de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, acompañado por varios responsables operativos de la investigación.

El 25 de enero el juzgado de instrucción número 4 de Marbella decretó el ingreso en prisión provisional para Bouyakhrichan. Pero 53 días después ya estaba en la calle. La decisión de dejarle en libertad provisional con medidas cautelares, entre ellas, la retirada de su pasaporte, la obligación de personarse en el juzgado cada 15 días y el pago de una fianza de 50.000 euros, se tomó en contra del criterio de la Fiscalía Antidroga, que se opuso a la libertad a través de un recurso de apelación. Según las fuentes consultadas, la Fiscalía Antidroga también solicitó orden de detención en la Audiencia Nacional. La libertad de este peligroso narco causó perplejidad entre investigadores, conscientes del largo historial delictivo de este criminal con vínculos con los principales cárteles latinoamericanos, al que le llegaron a bloquear nada menos que 172 propiedades valoradas en 50 millones de euros y cerca de tres millones en cuentas bancarias.

Su dudosa libertad provisional no solo incomodó a la Policía Nacional, también a las fuerzas de seguridad de Holanda porque la detención de Karim Bouyakhrichan era un trofeo muy valioso para este país. Este peligroso narco, a través de la Mocro Maffia, había amenazado de muerte a la heredera de la Corona de Países Bajos, Amalia de Orange, amenazas que le llevaron a refugiarse en España. En cuanto Holanda tuvo conocimiento de su detención en Marbella, solicitaron una OED, una orden de extradición que recaló en el Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional dirigido por el juez Ismael Moreno. Según las fuentes consultadas por la SER, el magistrado de la Audiencia Nacional cursó esa orden de extradición, pero no se activó porque la Audiencia Provincial de Málaga se negó al considerar que tenía causas pendientes en España – un delito de blanqueo de capitales-.

Fue entonces cuando las autoridades holandesas enviaron a la Audiencia Nacional una ampliación de la orden de extradición argumentando la extrema urgencia del traslado de este peligroso narco, líder de la Mocro Maffia. La Audiencia Nacional podría haber decretado una orden de detención para garantizar su extradición, pero no se hizo. Según las fuentes consultadas por la SER, Ismael Moreno, decidió citarle - a través de su abogado- para comunicarle su extradición, pero lo hizo sin imponerle ninguna medida cautelar adicional que evitase su fuga – el propio delincuente había mostrado su rechazo absoluto a acabar en Holanda-. Lo que ocurrió después no sorprende a nadie. Karim Bouyakhrichan no se presentó a la cita con la Audiencia Nacional. Desde entonces nunca más se ha vuelto a saber de él. Se ha fugado, sin dejar rastro. Ha sido ahora, tras su desaparición este mes de abril, cuando el magistrado Ismael Moreno ha dictado una orden de búsqueda y detención contra el líder de la Mocro Maffia.

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Karim Bouyakhrichan tiene en Andalucía una causa por blanqueo, tráfico de drogas, organización criminal y banda armada. La Audiencia de Málaga acordó su puesta en libertad con medidas cautelares. Ha estado firmando fuera de Marbella y se notificaban al Juzgado cuatro de Marbella unos días después. La última firma recibida correspondió a la de uno de abril. El día 15 de abril debía firmar nuevamente.

Esta descoordinación judicial ha provocado un profundo malestar en el seno de las autoridades holandesas. Su juez de enlace se reunió en persona con el magistrado Ismael Moreno para trasladarle su preocupación ante lo ocurrido, según las fuentes consultadas.

"Se ha dictado la orden de busca y captura"

El Gobierno ha calificado de "preocupante" la fuga: "Se ha dictado la orden de busca y captura", ha señalado Bolaños tras el Consejo de Ministros. Posteriormente en declaraciones a la prensa el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha mostrado su confianza en que la Policía vuelvan a detenerlo.

"Las Fuerzas y Cuerpos de ciudad del estado intentarán, con todos los medios que tenemos, localizarle y ponerle de nuevo a disposición judicial como ya hicimos previamente. Confianza plena en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que han demostrado su eficacia durante mucho tiempo y en este caso en concreto con la detención que ya tuvo lugar el pasado mes de enero. Esperemos que pronto vuelva a ser puesto a disposición judicial", ha dicho el ministro.