Los productores ponen fecha a una fuerte bajada del precio del aceite de oliva: "Puede llegar a la mitad"

Madrid

Muchos denominan al aceite de oliva como "oro líquido" por su color y sus propiedades, pero lo cierto es que está dejando de hacer honor a ese nombre por sus características y lo está haciendo por su precio. Un producto tan básico en nuestra dieta que se ha vuelto en algo casi prohibitivo para muchas familias. Con la inflación al 3,2%, el aceite de oliva sigue prácticamente fuera de control; acumula una subida del 70% en un año, desde 2023 del 76,96%, pero si nos vamos más atrás, las subidas son del 130% desde enero del 2022 y del 200% desde enero de 2021, es decir, que triplicado su precio desde entonces. El propio ministro Luis Planas aseguraba hace unos meses: “Nuestra previsión es que ese precio sea un precio inferior al que actualmente es, pero evidentemente estamos hablando de aceite de oliva, donde el factor es básicamente un factor de producción nacional”.

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La sequía: la gran culpable

Si hay una razón de peso detrás de todos estos precios es la sequía. La falta de lluvias ha provocado una caída de la producción por las malas cosechas. Empezábamos el año con cifras poco alentadoras, porque entre octubre y diciembre del año pasado —los tres primeros meses de campaña— las empresas envasadoras han puesto en el mercado 61,45 millones de litros de aceite de oliva, lo que supone un 20% menos que en los tres primeros meses de la campaña anterior, según los datos de la patronal ANIERAC.

Una tendencia que parece que empieza a romperse con el aumento de las precipitaciones y da oxígeno al sector agrícola, porque según los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), en febrero se produjeron 53.445 toneladas de aceite de oliva, dejando un acumulado en las almazaras de 825.516 en los cinco meses que llevamos de campaña. Son, según ASAJA, casi 65.000 toneladas más que lo aforado inicialmente. Las salidas de aceite se situaron en las 75.900 toneladas; menos que en enero, pero por encima de la media mensual de lo que va de campaña. Tal es la situación, que según las cifras que publica hoy la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles, entre octubre y marzo se han puesto en el mercado 110,47 millones de litros de aceite de oliva, lo que supone un 17,5% menos que en el mismo periodo de la campaña anterior. Las ventas de virgen extra han caído un 20%, las de suave un 18%, las de intenso un 15% y las de virgen un 4,6%. Mientras, las ventas de aceite de orujo han aumentado un 72% y las de aceite de girasol un 24%.

Las diferencias de precio en origen y en el supermercado

Mientras tanto, lo que pagamos en el supermercado sigue siendo lo mismo: precios desorbitados. Los últimos datos de FACUA ponen de manifiesto estas diferencias entre el origen y los lineales, porque los precios siguen subiendo pese a llevar 12 semanas bajando en origen por esa mejora de la producción. Según la organización, el precio medio del litro de virgen extra en Mercadona, Día, Hipercor, Alcampo, Eroski y Carrefour es de 13,45 euros; un 4,1% más que a principios de año. Sin embargo, en origen se pagan 1,21 euros menos que en enero.

Para radiografiar este mercado hemos sentado en la mesa de Hora 25 de los Negocios a Dcoop, el principal productor de aceite de oliva de España y del mundo. Su presidente, Antonio Luque, estima: “El precio tiene que volver a unos niveles normales, pero necesitamos buena climatología. De aquí a noviembre es muy difícil que baje el precio, pero a partir de noviembre lo normal es que volvamos a un nivel de precio mucho más aceptable para los consumidores y los productores. Yo creo que el precio puede bajar a la mitad, es decir, si el precio está en el entorno de 8 € en origen, pues puede bajar a 4-4,5 €, pero depende de lo que llueva”.

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Un efecto colateral de esta situación ha sido la sustitución del aceite de oliva por el aceite de girasol, que se ha abaratado alrededor de un 30%. En este sentido, el presidente de Dcoop considera que “el aceite de oliva ha calado mucho en el consumidor”, aunque reconoce que “existe una bajada de consumo” pero confía en que se va a recuperar, sobre todo, si llueve y aumenta la oferta a partir de u incremento de la producción.