Wyoming explica cómo se fabrica un caso de 'lawfare' en cuatro pasos

Madrid

Cuando Wyoming se sienta en el pico de la mesa de El Intermedio, una reflexión profunda y llena de ironía sobre algún tema de actualidad está a punto de desarrollarse. Este jueves por la noche el presentador tenía mucho que decir sobre el caso que atañe a Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, pero antes quería recordar "cómo hemos llegado a esta situación inédita".

"Ayer los hechos se precipitaron después de que un juzgado abriera diligencias para investigar a Begoña Gómez, tras aceptar una denuncia interpuesta por Manos Limpias, un pseudosindicato de extrema derecha que en el pasado fue investigado por extorsión y organización criminal y que, extrañamente, no está encabezado por Tony Soprano, sino por este señor. Se llama Miguel Bernad, que hay admitido que su denuncia está basada en un montón de recortes de noticias e incluso llega a aceptar que puede que alguna de ellas sea falsa. Y, aún así, el juez ha admitido esta denuncia. ¿Quién sabe? Tal vez entre los recortes también se les haya colado el horóscopo y el juez, además de a Begoña Gómez, acabe investigando a todos los Escorpión. Y esa es la cuestión. Que el problema no es que los medios publicaran esas noticias, por muy grave que sea. Ni siquiera es que Manos Limpias haga este tipo de actos, sino el juez que decide que esa denuncia —que en realidad no ha llegado ni a un trabajo cutre de instituto— merezca ser admitida a trámite", comienza apuntando.

Wyoming habla claramente de lawfare en este caso y explica con detalle en qué consiste: "Como todo en inglés, suena mejor, pero es la judicialización de la política. Una palabra maldita que describe muy bien un proceso bastante sencillo: determinados medios publican una noticia falsa, determinados grupos políticos la amplifican y la repiten hasta que cala en el imaginario social, determinados grupos de presión la llevan a un juzgado y determinados jueces la dan por buena. Y ya está el titular: "El caso de la mujer del presidente llega a los juzgados". Y aunque luego la investigación queda en nada, el daño ya está hecho".

A partir de entonces, Wyoming empieza a tirar de hemeroteca: "Yo no sé esto porque sea muy listo o francamente que también, sino porque soy muy viejo y recuerdo casos con un modus operandi bastante parecido, como el de Victoria Rosell, perseguida por un juez que finalmente fue condenado por prevaricación. El caso Neurona, que investigó una supuesta financiación ilegal de Podemos, o el de Mónica Oltra, que fue incluso imputada por encubrir abusos sexuales a una menor. Una acusación gravísima que forzó su dimisión".

Wyoming recordó además las palabras de Oltra cuando anunció que dejaba la política: "Nos están fulminando uno a uno con denuncias falsas y el día que lleguen reaccionar les habrán fulminado también a ustedes".

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La receta para una democracia sana

Todos esos casos que repasó el presentador quedaron en nada y es que, como subraya, ese no era el objetivo: "No se trataba de desenmascarar un delito. El objetivo era acabar con la carrera política de estas personas. Y lo consiguieron".

Wyoming acaba con una sentencia y una recomendación: "En una democracia sana son los ciudadanos los que quitan y ponen a sus representantes públicos y no un entramado mediático, político y judicial. Y yo, como médico, para una democracia sana, recomiendo una rutina de dieta sana, mucha agua y al menos 10.000 pasos... 10.000 pasos de separación entre cada uno de los poderes del Estado.