Cuando Pedro Sánchez, Mónica Oltra y Borja Sémper se sentaron a hablar de desafección política

Madrid

La actualidad junta estos nombres por las acusaciones de "Lawfare" y acoso de la extrema derecha, primero a Mónica Oltra y ahora a Pedro Sánchez. Podemos recordar también cómo la llamada "policía patriótica" actuaba para desprestigiar y destruir carreras políticas durante el procés. Pero un verano en el A Vivir juntamos esos mismos nombres para hablar de la actualidad política. En 2010, la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, se empiezan a notar las graves consecuencias de la crisis financiera global. Empezábamos saludando al entonces presidente del Partido Popular en Guipúzcoa, Borja Semper, que lamentaba la autorización, por parte de la Audiencia Nacional, de la manifestación de la izquierda abertzale durante la semana grande de San Sebastián. Entonces Batasuna era un partido ilegalizado. Ahora EH Bildu ha conseguido ser la segunda fuerza política en Euskadi.

Ese día, el joven diputado madrileño Pedro Sánchez entraba desde la emisora del Cabildo de La Gomera. Se congratula de la elección de Trinidad Jiménez como candidata a la Comunidad de Madrid en las elecciones de mayo de 2011 y de Jaime Lissavetzky para el Ayuntamiento de Madrid. En Barcelona, hablando de la tranquilidad y el sosiego de la política en Catalunya estaba el diputado de Convergència i Unió Josep Rull. Menciona que la tranquilidad tan solo la alteran las tormentas de verano. No sabe que 7 años más tarde una DANA política a finales de verano le llevará a la cárcel. Y finalmente, la diputada de Compromís en Valencia, Mónica Oltra, celebra que el Tribunal Constitucional haya sentenciado que las Corts Valencianas habían vulnerado los derechos fundamentales de los ciudadanos al rechazar las preguntas de su grupo sobre la trama Gürtel. El TC les obliga a responderlas. Eran los primeros pasos de esas tramas de corrupción del PP, investigadas y sentenciadas judicialmente, que llevarían a una moción de censura y a Pedro Sánchez al poder.

A veces rescatar una conversación como esta es muy ilustrativa de la actualidad que a hora estamos viviendo. Y de la evolución de los personajes a los que la historia les tenía reservadas más de un giro de guion. El tema de ese agosto en A Vivir fue la desafección y el alejamiento de los ciudadanos de la política.