Marjane Satrapi, los premios deben servir para algo

Madrid

La situación en Irán no sólo no ha cambiado sino que se ha agravado desde que en el año 2000 Marjane Satrapi publicara 'Persépolis', considerado uno de los cómics más influyentes de la historia, y que el Premio Princesa de Asturias de la Comunicación y Humanidades 2024 ha reconocido por la forma en la que "plasma ejemplarmente la búsqueda de un mundo más justo e integrador". En rueda de prensa desde París, la autora franco-iraní ha hablado de la situación que vive su país, "más del 85% de la población iraní quiere un régimen democrático y eso supone un grave problema para los Guardianes de la Revolución", asegura la ilustradora que considera que "un gobierno en el que un pueblo no se reconoce es como un país que se invade, por eso necesito seguir hablando. Cuando escribí Persépolis las cosas iban bien y después llegó el 11 de septiembre y la geopolítica cambió y todo se volvió más violento. Por eso se hace indispensable hablar".

Sobre lo que significó 'Persépolis' Satrapi considera que un artista tiene que ser humilde con el papel respecto a su capacidad de cambiar el mundo. Es difícil saber qué impacto puede tener tu obra, reflexiona la autora, "el impacto real llegará el día que se reconozca a este estado como un estado terrorista". Muy crítica con la postura de la Unión Europea, "si tuviera delante a Josep Borrell le daría una bofetada", Satrapi ha recordado que en su país siguen encarcelando y condenado a muerte a diario a jóvenes como el cantante de rap Toomaj Salehi, condenado a la pena capital por apoyar las protestas por la muerte de Masha Amini, y al que ha dedicado el premio, "él es la voz de Irán, ejecutarle es ejecutar a todo el pueblo iraní", "los premios tienen que servir para algo, la vida de los jóvenes por la libertad es mucho más importante".

Satrapi defiende que el mensaje que tenemos que lanzar a las mujeres de hoy en día tiene que estar alejado de la belleza y la dulzura que se nos ha enseñado históricamente, la inteligencia y la empatía son mucho más importantes en un ser humano. "Mi modelo cuando era niña era Batman. El trabajo de educación que se necesita es muy profundo". "El Irán de mañana es el Irán de las mujeres", asegura la autora que no cree que haya que darle la última palabra al patriarcado.

Un grave problema para Satrapi es la religión llevada al extremo, según la autora "las religiones impiden a la gente hablar, la religión pretende dar respuestas en lugar de formular preguntas. Y cuando esto se lleva al extremo da lugar a un resultado nefasto", asegura la ilustradora que no cree que existan distintas razas, sólo hay una, la raza humana, "unámonos de una vez por todas, todos venimos del mismo lugar".