Boeing lanza este martes 'Starliner', su nueva nave espacial con dos astronautas de la NASA a bordo
Su destino es la Estación Espacial Internacional
Con cuatro años de retraso y tras una inversión de casi 4.000 millones de euros (el doble de lo previsto), la NASA dispone de una segunda espacial nave para sus astronautas. La 'Starliner' ha sido construida por la compañía norteamericana Boeing y éste es su primer vuelo de prueba con tripulación a bordo.
Su primer lanzamiento con tripulación está previsto que se realice este martes, a las 04:30 de la madrugada (hora española) desde la base de Cabo Cañaveral, situada en Florida.
Y para pilotar este primer viaje espacial, la NASA ha elegido a dos de sus astronautas más experimentados: Sunita Williams y Butch Wilmore.
Su destino es la Estación Espacial Internacional.
Nave con problemas
En los últimos diez años, el desarrollo de esta nueva nave espacial de Boeing ha sufrido continuos fallos, por ejemplo, en su sistema de propulsión o con el enorme paracaídas que utiliza para volver a caer en la superficie de la Tierra.
La construcción de la “Starliner” fue encargada a Boing por la NASA y sigue el diseño de las famosas naves Apolo, que llevaron a los primeros astronautas a la Luna hace ya más medio siglo, pero tiene más espacio en su interior, porque mide 5 metros de alto y 4 metros y medio de ancho.
Al ser más grande, la “Starliner” podría llevar hasta siete astronautas a bordo, aunque, de forma habitual, sólo viajaran cuatro.
Nave reutilizable
Además, tras realizar un viaje espacial, la 'Starliner' ha sido diseñada para ser reutilizada y, de este modo, poder salir al espacio hasta 10 veces.
Durante el viaje a la ISS, su primera tripulación tiene previsto probar los asientos, controlar los sistemas de navegación y analizar los equipos que suministran oxígeno, agua y calor a esta nueva nave espacial.
Nuevos trajes espaciales
Por otra parte, estos dos astronautas también probarán sus nuevos trajes espaciales fabricados también por Boeing y que, como novedad tecnológica, son un 40% más ligeros y más flexibles que los anteriores.
Este nuevo traje también dispone de guantes más sensibles para que los dedos de los astronautas pueden usar las pantallas táctiles de los equipos informáticos que hay a bordo.
Starliner estará acoplada a la ISS durante unos 10 días antes de regresar a la Tierra.
A diferencia de la otra nave espacial que ya tiene la NASA, y que ha sido construida por la compañía “Space X”, la “Starliner” no caerá al mar, tras volver a la Tierra, sino que aterrizará en algún lugar del suroeste de Estados Unidos. Un escudo térmico y paracaídas ralentizarán el descenso antes de que se abran las bolsas de aire para suavizar el momento del impacto contra el suelo.
Ya se han realizado más de cien viajes de naves espaciales tripuladas a la ISS desde el inicio de su construcción en 1998.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....