Vuelve 'El planeta de los simios': "Estas películas no tienen miedo de plantear conversaciones e ideas sobre lo que significa ser humano"

Madrid

Hace casi ya 60 años, en 1968, se estrenó una de las películas más célebres de la historia del cine, El planeta de los simios. Charlton Heston se reunió con Franklin J. Schaffner, quien ya le había dirigido en El señor de la guerra para protagonizar una adaptación de la novela La Planète des singes del francés Pierre Boulle. Con un tándem de guionistas estelar formado por Michael Wilson, colaborador de David Lean en sus mayores éxitos, y Rod Serling, figura esencial en el audiovisual fantástico como padre de La dimensión desconocida, la película generó una gran impresión entre el público al combinar aventuras, una oscura reflexión sobre la humanidad y un asombroso apartado técnico.

Su éxito en taquilla motivó una continuación dos años después, Regreso al planeta de los simios y hasta tres secuelas más durante los años 70. Durante esos años, la saga también llegó a la televisión con una serie de acción real y otra animada, pero ninguna de estas nuevas adaptaciones llegó a convencer tanto como la película original. 20th Century Fox trató, sin éxito, de levantar nuevos proyectos ligados a la franquicia en las décadas posteriores y no fue hasta el 2001 que los simios volvieron a la gran pantalla, de la mano de uno de los grandes directores del momento, Tim Burton. Una producción complicada (Burton llegó a decir que preferiría tirarse por una ventana antes que grabar una posible secuela y Tim Roth tuvo sus más y sus menos con Charlton Heston por sus vínculos con la Asociación del Rifle), sumada a unas críticas, cuanto menos divididas, volvieron a dejar a la saga en stand by durante unos años.

Una década más tarde se estrenó El origen del planeta de los simios, de Rupert Wyatt, que marcó un punto de inflexión en la franquicia. El maquillaje, hasta la fecha uno de los rasgos distintivos de las simiescas películas fue sustituido por unos logradísimos efectos visuales generados por captura de movimiento y la trama, con un cariz más maduro y realista, se centró en el simio César, interpretado por Andy Serkis (consolidado como maestro de la performance mo-cap tras hacer de Gollum en El señor de los anillos). Sus dos secuelas, El amanecer del planeta de los simios y La guerra del planeta de los simios, dirigidas por Matt Reeves (The Batman) completaron el viaje de su protagonista y de su grupo. Ahora, situando la acción varias generaciones después en un punto postapocalíptico cercano al del clásico de 1968, llega la enésima nueva entrega de la serie: El reino del planeta de los simios.

Wes Ball, realizador de este nuevo episodio de la saga, fue uno de esos niños a los que la película original de El planeta de los simios le provocó un gran impacto. El cineasta estadounidense asegura que las imágenes de la versión de 1968, aún a día de hoy siguen muy presentes en su memoria. "Incluso si no lograba entender muy bien de qué trataban cuando las veía por aquel entonces, más o menos conseguía apreciar lo que hacían", explica a El Cine en la SER. Igualmente, se considera "un gran fan de la trilogía más reciente, la de César, que tiene una dirección extraordinaria, una gran historia y grandes personajes".

Ball resalta dos aspectos que pueden explicar por qué, por muchas décadas que pasen, la saga de El planeta de los simios sigue interesando al público. El director considera que "estas películas no tienen miedo de plantear conversaciones e ideas sobre lo que significa ser humano y el mundo humano en sí mismo". "Estas películas siempre invitan a la reflexión", opina. Igualmente, cree que "siempre hay un elemento de espectáculo en estas películas: la versión de 1968, tenía los mejores efectos de maquillaje que habías visto en tu vida y la trilogía anterior tuvo los mejores efectos visuales que se habían visto hasta el momento".

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Ball es un hombre de confianza en 20th Century Studios. Dirigió la trilogía de El corredor del laberinto, a la que llegó con poco más de 30 años tras llamar la atención del estudio con Ruin, un vistoso cortometraje de animación con unos parajes y una ambientación postapocalíptica que conectan con el clima de El reino del planeta de los simios. Lo cierto es que su carrera hasta la fecha ha estado siempre vinculada a este tipo de ambientes distópicos, aunque asegura que "no es algo que haya planificado u organizado, simplemente se ha dado así". "Sí es cierto que me fascina esa idea y creo que a mucha gente le pasa también, tenemos muchas series de televisión, videojuegos y cosas que tienen que ver con el gran reinicio", opina mientras plantea que "como seres humanos, en un mundo tan centrado en sus teléfonos y en el complicado mundo moderno en el que vivimos, vemos algo romántico en un mundo sencillo en el que te preocupa más la supervivencia, la comida y el refugio que conseguir 'me gustas' en Instagram y cosas así".

Pese a su experiencia dirigiendo grandes franquicias con buenos resultados en taquilla , para Ball el rodaje de El reino del planeta de los simios ha supuesto todo un desafío. "Grabé la película dos veces, básicamente", explica. El realizador describe cómo a través de la captura de movimiento, filmó "primero a los actores con todo ese extraño equipo tecnológico que llevan puesto, junto con Freya Allan (la protagonista humana de la cinta), que tiene que actuar con todo eso en contra". Luego, "tocó grabar los escenarios, donde a veces tengo que grabar a Freya actuando frente a la nada, y luego tengo que meter a los simios en todo eso".

El proceso resulta "muy complicado y muy técnico" y el director destaca la complejidad de averiguar "cómo te aferras a una sensación de espontaneidad y a una especie de interés en la realidad de esto, cuando todo es parte de un proceso técnico muy desacoplado". Por ello, el proceso de edición de El reino del planeta de los simios también es doble: "tengo que editar con la actuación en sí y luego también tengo que editar con las propia tomas, nunca ves la película funcionar por completo hasta el final del proceso". "Vi por primera vez la película unida y en su forma completa hace como dos semanas, cuando lo terminé todo y esa fue la primera vez que la disfruté con todos los efectos visuales, todo el color y todo el sonido", comenta. Aunque el proceso "ha sido muy interesante, pero también muy divertido", será cuestión de tiempo saber si Ball continúa vinculado a la franquicia. Por el momento, es sabido que el realizador se prepara para una importante nueva tarea: traer a la gran pantalla el célebre videojuego de Nintendo, The Legend of Zelda, del que lleva una camiseta durante la ronda de entrevistas.