Nerea Pérez de las Heras, los gurús financieros y la religión: "Les prometen la salvación de su cuenta bancaria"

Madrid

Asistir a la 'Universidad del Éxito' es ahora posible. Lo es gracias a un ciclo de cursos intensivos de “desarrollo personal y financiero” impartidos por gurús de las finanzas que prometen cambiarte la vida y multiplicar los ceros de tu cuenta bancaria. Estos nuevos 'dioses' venden su conocimiento a cambio de cifras astronómicas que superan los 6.000 euros. "Hoy voy a hablar de religión, o al menos de lo que la gente busca cuando acude a ella, que es consuelo, salvación y que ahora se vende por otro lado", ha dicho la colaboradora de 'Hora 25' Nerea Pérez de las Heras en su sección semanal 'Íbamos a salir mejores, pero'.

"El otro día supe por un reportaje en ElDiario.es de una liturgia multitudinaria y fanática aquí en Madrid, en el palacio de Vistalegre. Eran miles y miles de personas que estaban en misa sin saber que estaban en misa. Se daban la paz, lloraban, cerraban los ojos, confiaban irracionalmente en las palabras de un sacerdote que les decía que apartasen de su vida a los infieles a sus preceptos y que les prometía la salvación, no la salvación de sus almas sino de sus cuentas bancarias", ha explicado de las Heras.

Un macroevento, en principio laico, que contaba en realidad con todos los protocolos y trucos de una ceremonia religiosa. Se llamaba 'Tu riqueza eres tú' y lo convocaba un gurú de la libertad financiera llamado Sergio Cánovas, según ha señalado la periodista. "Uno de tantos que campan por las redes prometiendo cambiar la vida de sus fieles y, con ese anzuelo, vendiéndoles cursos, fichándoles como reclutadores de otros incautos y al final haciéndoles parte de estructuras piramidales en las que todo el dinero fluye hacia el gurú", ha resaltado.

De las Heras no ha querido centrarse tanto en lo que hacen, sino en cómo lo hacen. La gata de Schrödinger, una divulgadora en redes sociales, explica en uno de sus vídeos, en el que habla de la figura de Llados -el más caricaturizable de estos gurús- lo que tiene en común su organización con una secta: al aislamiento de sus seguidores de sus respectivos entornos, la existencia de un líder único y el objetivo de pasar a un plano superior de existencia: "En el marco moral de esta gente consiste en tener un coche muy contaminante, muy ruidoso, de un color fosforito, muy feo y sin maletero. Eso es el éxito. Ese vehículo".

Además, a todo lo que analizaba la gata de Schrödinger, la colaboradora de 'Hora 25' ha recordado que tienen una jerga propia: "Quien no se machaca en el gimnasio es un panza, quien no aspira a lujos materiales es un mileurista, un plebeyo con mentalidad de pobre, hay que librarse de creencias limitantes y aspirar a tragozar; una fusión de las palabras trabajar y gozar".

Aunque todo esto nos parezca muy lejano, ha dicho la periodista, aunque no conozcamos "ni remotamente" a nadie que haya ido a Vistalegre a jalear a "este predicador del dinero" de que hablábamos al principio, aunque no queramos un Lamborghini ni regalado, hay uno de los principios de estos "charlatanes" que se nos ha colado en lo normalizado y aceptable: "Es el de la autovigilancia íntima y solitaria para ser cada vez más productivas: levantarse tempranísimo, cumplir, ir al gimnasio, llevar un diario, no un diario de emociones o reflexiones sino de actividades y metas, echar de nuestra vida a cualquiera que no “aporte”, como si las amigas y la familia fueran fondos de inversión. Ser industriosa es igual a ser buena y válida, una asociación que no se han inventado los gurús de la libertad financiera, sino que es tan antigua como la ética protestante", ha señalado.

Para de las Heras, ya no es una divinidad todopoderosa y abstracta la que siempre te vigila, sino un "jefe interior", un "policía pequeñito" que vive dentro de ti y te azuza fuera de la cama.

"Qué poco sitio en esta filosofía para el ocio contemplativo, que es muy sano, para el aburrimiento, que es tan fértil, para bajar el ritmo hasta acompasarlo con el de tu amiga más débil o más agotada, la que menos aporta, esa misma. Qué invento tan árido, una religión sin Dios. Y qué presa tan fácil, unos fieles tan hiperactivos y tan aislados", ha resaltado. "Íbamos a salir mejores, pero se nos metió un jefe en el cuerpo", ha concluido.