El Consejo de Europa presenta el primer tratado internacional vinculante para el uso de la Inteligencia Artificial

Los 46 países que conforman el Consejo de Europa han decidido adoptar el primer tratado internacional que vincula a los firmantes para garantizar un uso ético de la Inteligencia Artificial. El objetivo del pacto es asegurar que la utilización de esta tecnología respeta los Derechos Humanos y los principios de las democracias.

El acuerdo presentado en Estrasburgo vincula a los países de la Unión Europea y a otros como el Reino Unido y Turquía, y se deja abierto a que lo puedan asumir socios de otros lugares del mundo. El texto pretende cubrir todo el ciclo de vida de los sistemas de Inteligencia Artificial, tanto en el sector público como en el privado.

El texto establece que los países firmantes deberán identificar, evaluar, prevenir y mitigar posibles riesgos en el uso de la Inteligencia Artificial para que siempre sea respetuoso con los Derechos Humanos. En ese sentido, deberán asegurar que no genera discriminación, que respeta la igualdad de género y que no pone en peligro datos personales. Por último, tendrán que garantizar que las personas perjudicadas por una mala utilización de la IA tengan las herramientas legales necesarias para ejercer sus derechos.

Respeto a los principios democráticos

El pacto va más allá de las implicaciones personales para los ciudadanos y establece pautas también para evitar que la Inteligencia Artificial pueda ser utilizada para influir en procesos electorales, por ejemplo. La posibilidad de usar la IA para dirigir los mensajes o crear otros falsos es ya objeto de debate en todo el mundo en un año en el que se están celebrando elecciones en países como Estados Unidos, India, Rusia o las europeas del próximo mes de junio. De hecho, la CNN ha informado esta semana de que Estados Unidos detectó vídeos falsos creados por IA que se fabricaron en China e India para influir en las elecciones de 2020.

Eso sí, el texto incluye matices. Por un lado, sus principios no tendrán por qué aplicarse en asuntos relacionados con la defensa nacional o la seguridad, en cuyos casos se limita a pedir a los Estados que respeten los principios democráticos.

De igual manera, los firmantes que escenificarán el pacto en una cumbre en septiembre en Lituania podrán asumir directamente las disposiciones del texto o, en su defecto, se les permite tomar medidas propias respetuosas con los tratados internacionales que los países hayan firmado.

Legislación por desarrollar

Este paso que da el Consejo de Europa le pone por delante de otras instituciones y gobiernos nacionales que aún no han regulado el uso de la Inteligencia Artificial. El Parlamento Europeo sí que aprobó en marzo la nueva legislación comunitaria que, una vez finalizada toda su tramitación, debería entrar en vigor el próximo año. La legislación europea es muy semejante a la presentada por el Consejo de Europa y establece una serie de limitaciones en el uso de la Inteligencia Artificial para evitar que restrinja derechos o exponga datos privados.

Estados Unidos y China han mantenido este mismo mes una reunión para analizar los riesgos de la Inteligencia Artificial, si bien ninguno de los países tiene una legislación global a pesar de que son las dos grandes potencias en el desarrollo de esta tecnología.

En el caso estadounidense, Joe Biden firmó a finales del pasado año una orden ejecutiva para que los nuevos productos de IA pasen por determinados exámenes de seguridad, pero no supone la retirada de productos potencialmente peligrosos que ya estén en el mercado. China tiene legislaciones distintas para diferentes usos de la IA y trabaja en una regulación general.