Hay veces en las que se disfruta una carretera por sus vistas. Muchas de las rutas que tomamos para ir a la playa o la montaña tienen unos paisajes espectaculares de los que dan ganas de parar el coche y ponerse a hacer fotos, o simplemente disfrutar del entorno parados tranquilamente. Cuando se coge el coche hay que estar atentos a la carretera, pero también se puede disfrutar de lo que ofrece todo lo que la rodea. Una de las rutas más espectaculares del mundo, la más bonita del planeta para muchos expertos, está en Italia, y ya ha sido convertida en una atracción turística más de la provincia de Brescia. En la localidad de Tremosine, al norte del país transalpino, entre Milán, Trento y Venecia, se encuentra la Strada della Forra, una calle muy conocida por las espectaculares vistas de su carretera, que rodea la pintoresca zona a orillas del lago de Garda. La sinuosa carretera y el envidiable páramo natural en la que está enmarcada hacen de la ruta una de las mejores del país, y del mundo, para recorrer en coche. La «strada» tiene de todo: túneles que sobrepasan cuevas, curvas sinuosas, estrechos de vía entre paredes de roca y las mejores vistas del lago y la montaña que la rodean. La carretera que bordea el Garda también cuenta con edificios que son auténticas joyas arquitectónicas y la convierten en la más bonita del mundo según muchas páginas webs especializadas, blogs y expertos en viajes. La Strada della Forra está a tan solo dos horas en coche de Milán, una hora y media de Verona y poco más de una hora de Trento. La carretera ha sido convertida en una atracción turística más de la región de Lombardía. Se puede alquilar incluso un tour guiado en Vespa por la carretera, y es que la manera en la que más se disfruta está preciosa ruta es en moto, por la posibilidad de viajar al aire libre y ver la carretera sin ningún cristales por en medio, excepto los de la calota exterior. La ruta se ha hecho viral en TikTok por sus impresionantes vistas y sus cuevas, grutas y paredes rocosas. Hay gente que la recorre en coche, otros en moto y algunos en bici, pero todos tienen claro que es una de las más bonitas de Europa para visitar. Una de las carreteras más especiales del mundo que al menos una vez en la vida conviene visitar, sobre todo antes de que las redes sociales provoquen su masificación y los turistas la atiborren con sus coches llevándose gran parte de la magia del lugar.