Graduarse a los 70: "La juventud está en el cerebro"

“Va uno desbordado, el ritmo de los jóvenes es complejo y ahora trabajo más que antes de estar jubilado”, asegura Manuel Sampedro. Está en tercero de Psicología en la Universidad de Jaén a los 70. Como él, hay 9.833 estudiantes mayores de 60 en España, según los últimos datos del Ministerio de Universidades que corresponden al curso 2021/ 2022. Manuel explica que le influyó su hija, que también estudió Psicología, y se animó a adentrarse en “la parte conductual y sensible del cerebro tan complejo del ser humano”. José Gómez Vega está en primero de Psicología en la UJA con 61 años. Dejó los estudios con 13 y ha pasado por varios oficios como aprendiz de pastelero. Con el tiempo, y por su experiencia al volante como camionero, llegó a ser conductor de vehículos oficiales en la Junta de Andalucía. Anima a otras personas mayores de 60 a estudiar “si desean invertir su tiempo libre en adquirir conocimiento”.

María José Queral cursa tercero de Trabajo Social en la Universidad de Barcelona: “Siempre quise estudiar, pero tuve hijos joven y ahora decidí que era el momento”. Ha trabajado en una fábrica, ha sido administrativa y dependienta. Hizo una FP de Integración Social antes de su formación universitaria. Considera que nunca hay que decir que “no” porque “soy mayor”: “Somos muchas veces nosotros y nosotras quienes nos ponemos los límites y decimos que ya no podemos hacer más”.

En esto coincide Jaime Vara de Rey. Ya pasó por la universidad hace 40 años, cuando estudió Farmacia, aunque nunca llegó a ejercer: “Me he dedicado a la electrónica de consumo hasta que me jubilé. Tenía claro que no quería quedarme en casa aburrido y me parecía divertido estudiar algo de letras, ya que hice una carrera de ciencias”. A los 67, ha empezado la carrera de Geografía e Historia en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). Manuel, María José, Jaime y José se forman en la rama de las Ciencias Sociales. Junto con las Humanidades, aglutina al 80% del alumnado universitario mayor de 60 años.

En el caso de Inma Soler, de 62 años, comenzó a los 50 la carrera de Arquitectura en la Universidad Cardenal Herrera CEU (Valencia). La terminó a los 56 y, desde entonces, se dedica a su vocación después de haber trabajado en la producción de artes escénicas: “Justo al finalizar Arquitectura, un profesor me fichó para su estudio. Desde entonces, no he parado y no tengo intención de hacerlo”. Es un ejemplo de que también es posible la inserción laboral a edades tempranas.

Beneficios del estudio para las personas mayores

“Estudiar a la tercera edad es un desafío que trasciende al conocimiento. Es una invitación a la interacción social que reporta beneficios para la salud física y mental”, argumenta Gema Pérez Rojo, doctora en Psicología, catedrática de la Universidad CEU San Pablo y experta en mayores. Además, apunta al estudio como herramienta para luchar contra la soledad, para superar miedos y reducir la ansiedad o la depresión. El fortalecimiento de los lazos comunitarios favorece al envejecimiento activo y afianza la inclinación hacia las nuevas tecnologías. Gracias a ello, explica la psicóloga, se gana una visión más completa y crítica del mundo.