Nerea Pérez de las Heras reflexiona sobre la "tibieza" del portavoz argentino al hablar sobre el asesinato de tres mujeres lesbianas en Buenos Aires: "¿Os suena de algo ese discurso?"

Madrid

"La suerte no se puede repartir", ha dicho Nerea Pérez de las Heras al comenzar su sección semanal 'Íbamos a salir mejores, pero'. La colaboradora de Hora 25 ha querido reflexionar sobre ella tras escuchar las palabras de su amiga Victoria este fin de semana. "Qué suerte tenemos, dijo. Entonces, como en un juego del 'veo, veo' mudo, cada una de ellas fue respondiendo en "un silencio íntimo" a los puntos suspensivos que dejó flotando esa afirmación. "Suerte de estar sanas, suerte de estar juntas después de tantos años, de haber formado con nuestra amistad un hogar del que nadie podrá echarnos nunca, de que mi susto de ese verano se haya solucionado con una pieza de recambio, de vivir tranquilas con nuestras novias, de tener reconocimiento de familia, sociedad y estado. Ahí estábamos cinco lesbianas cuarentonas afortunadas comiendo pipas y rumiando la pregunta ¿suerte de que qué?, pero sobre todo ¿suerte comparadas con quién?", ha dicho.

Para de las Heras, Victoria habló de la suerte "con amargura". Estaba pensando en Sofía Castro, la superviviente del atentado contra cuatro mujeres en Barracas, Argentina. "A Sofía y su familia elegida, formada por Pamela, Roxana y Andrea, las quemaron vivas por lesbianas, esto lo digo yo muy claro ahora, eso se gritaba en las concentraciones del domingo en varias ciudades españolas, eso no ha sido capaz de verbalizar Manuel Adorni, portavoz de Milei", ha explicado.

Adorni, "titubeante y frío como un pez", lamentó el asesinato sin decir ni una sola vez que las mataron por lesbianas, murmurando solo que está muy fea la violencia en general. "¿Os suena de algo este discurso? ¿Os suena este truco de hacer desaparecer el nombre del grupo humano que recibe la violencia? El nombre del colectivo", ha plantado la colaboradora de Hora 25.

Ha dicho de las Heras que siempre le ha resultado "curiosa" la palabra 'colectivo' para referirse a las personas queer, LGTBI, heterodididentes… porque "es muy grande el paraguas y muy diversas" las que están debajo: "Por ejemplo, estoy yo y está un señor gay de derechas que posee una cadena de hoteles y compadrea con políticas ultraliberales. Pero en días como estos, la palabra colectivo se me hace muy precisa".

"Cuando los golpes caen tan duros sobre unas pocas, me gustaría colectivizar mi suerte, mi buen contexto, que a través de algún mecanismo de redistribución de la buena fortuna de los derechos, de la seguridad, de la dignidad, pudiera llevarme yo alguna hostia a cambio de pasarle a otra un momento de paz comiendo pipas en el paseo marítimo con las amigas", ha señalado.

La colaboradora se niega a pensar que lo que las hace "colectivo", lo que tienen en común, es solo ser blanco de la violencia. "Creo que lo que nos hace colectivo es hablar de la suerte con amargura porque muchas, muchísimas, todas las que estaban en las concentraciones de ayer frente a la embajada argentina cambiarían una porción de su suerte porque Sofía no se hubiera quedado tan sola o porque a Roberta Marrero este mundo no se le hubiera hecho tan difícil", ha concluido.