El óleo Ecce Homo de Caravaggio -obra declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2021-, ya está en el Museo del Prado, donde se podrá ver desde el próximo 28 de mayo hasta octubre de 2024, según ha informado este miércoles la institución. «Gracias a la generosidad de su nuevo propietario, permanecerá expuesta en una instalación individual especial en el Museo Nacional del Prado», ha señalado el museo. Pintada por el gran artista italiano hacia 1605-09 y que formó parte de la colección privada del rey Felipe IV, el Ecce Homo es una de las alrededor de 60 conocidas que existen de Caravaggio, aunque en aquel momento se le atribuyó a un alumno de José de Ribera. La obra ha sido cedida a la pinacoteca española través de la galería de arte Colnaghi, quien la ha custodiado desde que en abril de 2021 el Prado alertara al Ministerio de Cultura de que iba a ser subastada en la casa Ansorena. Desde su aparición en esta subasta, el Ecce Homo ha representado «uno de los mayores descubrimientos de la historia del arte», informó en su momento el Prado, «logrando un consenso sin precedentes en lo que a su autentificación se refiere». Cuando el cuadro apareció por primera vez al público en 2021 para ser subastado, fue presentado como La coronación de espinas y estaba atribuido al Círculo de José de Ribera (S.XVIII). Su precio de salida eran 1.500 euros, muy por debajo incluso para esa calificación, según todos los expertos. Hasta entonces había estado en el piso de la familia Pérez de Castro, en el madrileño barrio de Salamanca, quienes, según se supo poco después, eran descendientes de Evaristo Pérez de Castro, político, académico, redactor de la Constitución de 1812 y gran coleccionista de arte. Posteriormente fue vendida a un comprador que se mantiene en el anonimato, según fuentes del Prado, a través de una subasta o de una compra particular. «La obra es un poderoso ejemplo de la maestría de Caravaggio en cuanto al proceso de concepción: una hábil composición que presenta una escena tridimensional y dinámica totalmente innovadora dentro de los límites de una tradición iconográfica arraigada», han matizado desde la pinacoteca española.