Iglesias explica cómo trataría a Inda, Hermann Tertsch y Pablo Motos si fuesen a la Taberna Garibaldi: ojo al giro final

Pablo Iglesias se ha sometido al reto de A las bravas y ha hablado de su pasión por las series de televisión, del sentido del humor de Pedro Sánchez, de su paso por la política ("Con la mierda que me he tenido que comer, esto de las bravas...", ha dicho) y también de sus pronósticos para las próximas elecciones europeas.

El expresidente del Gobierno ha hablado también sobre su nueva etapa como hostelero y ha sido claro a la hora de explicar qué trato daría a Eduardo Inda, Hermann Tertsch y Pablo Motos si un día decidieran acudir a La Taberna Garibaldi, su negocio en el barrio madrileño de Lavapiés.

Ha sido Raúl Pérez, el presentador del programa de la SER, quien le ha planteado el dilema: "Imagina que un día entra en tu bar Eduardo Inda, Germán y Pablo Motos. ¿Qué haces? ¿Tiras para adelante o pones el cartel de cerrado por reforma?". Ante esta cuestión, Iglesias no ha dudado: "Tiramos para adelante".

Iglesias, que inauguró recientemente su local en el barrio madrileño de Lavapiés, no se ha quedado ahí. "Somos un sitio abierto al público y trataríamos a todo el mundo con educación", ha añadido, antes de dejar caer un giro final en tono de broma: "Es verdad que a lo mejor algún escupitajo cuando pidan de comer por la cocina puede llegar, pero salvo eso, que además tendrían que probarlo ante un tribunal, nosotros les trataríamos como a cualquier cliente".

Tras esa pequeña maldad, el que fuera líder de Podemos ha insistido en la idea de que "el Garibaldi es un bar abierto al público. Entonces si viene alguien que no te cae bien, pues oye, no abras un bar al público. Esto no es tu casa. Esto es un sitio el que hay que tratar con educación y de manera correcta a todo el mundo. Y si vienen estos, pues se les pone lo que pidan".

De hecho, ha recordado, "ya han venido algunos de estos pensando que les íbamos a torturar en la checa que tenemos ahí al fondo del bar y han tenido que volver y decir oye, pues no se come mal".

"No es un sitio para tomar café"

La Taberna Garibaldi se inauguró en marzo de 2024 en Lavapiés y es un proyecto de Pablo Iglesias junto a otros dos socios: el poeta Sebastián Fiorilli y el cantautor Carlos Ávila. Más allá de servir bebida y comida, de hecho, el local acogerá presentaciones de libros, conciertos en acústico y otros eventos culturales.

Su carta contiene guiños humorísticos en los nombres de los platos y cócteles, como Fidel Mojito, Che Daiquiri o No me llame ternera. "Entre los tres socios fuimos pensando unos platos sencillos pero a la vez ricos y la vez pensando un poco los nombres", ha explicado Iglesias, quien se muestra satisfecho con el resultado pero anuncia novedades: "Yo creo que nos ha quedado una carta interesante, pero vamos a meter modificaciones y vamos a sacar algún plato y meter otro".

"Lo que yo quiero meter muy pronto, esto es una primicia que te voy a dar, es tirado de ají amarillo, un plato peruano que pica también, que te vuelves loco de lo bueno que está. Es mejor que el sashimi", ha revelado Iglesias.