Roqueros, señoras o adolescentes: la seguridad de un concierto depende de su público
Manuel Saucedo, director general del Wizink Center, explica cómo diseñan los protocolos de seguridad para los conciertos en el recinto madrileño
¿Las restricciones de seguridad en los conciertos prohiben las pencas de acelga?
Madrid
El Wizink Center es el cuarto recinto del mundo con más actividad y entradas vendidas en el año 2023. Con un aforo de diecisiete mil personas, acoge alrededor de doscientos veinte eventos anualmente, divididos en conciertos, encuentros deportivos y espectáculos familiares. Para cada uno, el protocolo de seguridad se diseña a medida, como ha detallado Manuel Saucedo, director general del recinto y consejero delegado de Impulsa Eventos e Instalaciones, su sociedad gestora.
A raíz de la denuncia de FACUA al Estadio Santiago Bernabéu por impedir la entrada de comida y bebida a los asistentes al concierto de Taylor Swift, Saucedo ha explicado la postura del Wizink Center: "No tenemos problema con que la gente entre con una botella de agua, refrescos o comida". Asegura, eso sí, que aplican las restricciones necesarias por seguridad, que impiden el acceso con tapones y vidrio. Para evitar intoxicaciones cuyo origen no puedan confirmar, piden también que todos los alimentos sean envasados.
A la hora de diseñar el protocolo de seguridad, la fama del artista no es tan determinante como el tipo de público que reúne. Para Saucedo, los roqueros son los que menor despliegue requieren: "Son profesionales de los conciertos, se portan genial", dice. Sin embargo, explica que los conciertos para adolescentes necesitan una mayor asistencia sanitaria, pues no se hidratan adecuadamente, y que lo mismo sucede en espectáculos con mucho público en tacones, donde saben que las torceduras de tobillo son habituales. Las previsiones en esta materia, por tanto, varían en función de la actitud y edad de los asistentes.
Saucedo, que asiste a cada uno de estos eventos, asegura que algunos artistas exigen excentricidades. Aunque son gastos de los que se responsabilizan las promotoras de los músicos, desde el recinto tienen que facilitar que se puedan cumplir: jacuzzis que luego no utilizan, camerinos pintados de un color particular o cortinas para evitar que alguien les mire antes de la puesta en escena son algunas de las que recuerda. "Pero no es lo habitual", matiza, pues la cantidad de artistas que reciben le permite hablar de muchos perfiles diferentes. Tal es la oferta que, a día de hoy, el Wizink Center no dispone de fechas disponibles en 2025 durante los fines de semana y cuenta ya con conciertos agendados para 2026. En diciembre de este año, ha anunciado que acogerán el concierto de un artista internacional de mucho renombre que todavía no puede desvelar.