Alix Poisson, protagonista de 'El caso del Sambre': "La serie demuestra que, con suerte, vivirás después de una violación, pero nunca la superarás"

Madrid

Hay algo que se repite en Les Revenants y en El caso del Sambre, y es esa sensación de muerte interna, de mirada vacía, de vagar hacia ninguna parte. Ambas series, en las que actúa la francesa Alix Poisson, se habla de volver a la vida desde la muerte. Movistar+ acaba de estrenar la segunda de ellas, El caso del Sambre, en la que interpreta a una víctima de un violador en serie que asoló Francia impunemente durante 30 años.

Alix Poisson sorprende con su desgarrador retrato en primera persona de una mujer acosada sexualmente y su evolución con los años. “Lo realmente interesante es que puedes ver todas las consecuencias durante toda su vida”, dice la actriz en una entrevista por videollamada. La mayor dificultad, hacerlo desde la negación. “Las personas que lo niegan parecen personas a las que les va bien. Tuvimos que encontrar maneras de mostrar el caos por el que está pasando, pero sin mostrar demasiado: una forma de mirar de alguien que está casi muerta por dentro”, asegura.

Desde 1988 hasta 2018, el criminal violó a decenas de mujeres a lo largo de 30 años impunemente, además de ser un caso que no trascendió nunca a los medios de comunicación. “La serie habla de la cultura de la violación en Francia y en otros países y cómo esta tiene lugar gracias a nuestra sociedad”, dice Poisson, mientras denuncia el silencio de la prensa durante años. “Ni cuando sucedió ni cuando lo atraparon ni en el juicio, no se habló sobre eso, algo que es muy revelador de nuestra sociedad”, cuenta. “Es porque se trata de la violación y siempre tendemos a minimizarla y a pensar que no es tan malo como el asesinato”, dice la actriz.

Jean-Xavier de Lestrade, creador de la docuserie The staircase, está detrás de este true crime en el que cada capítulo está protagonizado por un personaje involucrado en la investigación, pero siempre con el foco en las víctimas. "A todos se nos ha enseñado durante siglos que, cuando eres violada, como no estás muerta, puedes superarlo. Ahora nos estamos dando cuenta de que no, no puedes. Con suerte, puedes reconstruirte, pero para eso tienes que ser escuchada, tienes que creerte, necesitas para ver que la justicia realmente está haciendo su trabajo. Necesitas que la sociedad esté contigo”, dice la actriz, que pide más recursos por parte de los gobiernos para luchar contra al machismo sistémico.

El estallido del Me Too en 2017 supuso un gran empujón para denunciar y tomar conciencia de los casos de acoso, creando, según el criterio de Poisson, una voluntad de escuchar a las mujeres. “Cuando realmente se trata de brindar una respuesta política, dinero, tomar decisiones y cambiar la forma en que la justicia ve esos crímenes, lleva mucho tiempo, demasiado tiempo”, asegura.

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La serie se esfuerza en reflejar las tres décadas de transcurso de la historia, pero también muestra cómo la sociedad en conjunto éramos culpables de la situación. Nadie quería ver lo que sucedía. "Vivimos en una sociedad, incluso ahora, donde la gente no quiere ver, la gente no quiere oír, la gente no quiere imaginar el caos que se produce cuando te violan. Cuando quieres ser ciego, es muy fácil serlo”, denuncia la actriz, que se documentó con decenas de casos de violaciones reales para entender la postura de las víctimas.

Los pasos hacia adelante son innegables. La actriz habla del concepto del consentimiento, una de las nociones clave de la que no se hablaba hace 10 años. "Pensar que porque una mujer no peleó, no dijo que no, hace años mucha gente habría dicho que ella estuvo de acuerdo. Ahora sabemos que es una cuestión de sedación y que tu cerebro simplemente está totalmente apagado”. Es un proceso demasiado lento para Poisson, que cree necesario que avance más rápido.

El caso del Sambre llega a Movistar+ después de un abrumador éxito en France Télévision, la televisión pública de Francia. Los capítulos suman alrededor de 10 millones de visionados, algo insólito que además se plasma en la respuesta de los espectadores. “Todos los días recibía cientos y cientos de mensajes, en su mayoría mujeres, pero también hombres, hablando de la serie, y todos me felicitaban”, dice orgullosa la actriz, poco amiga de las redes sociales. “En Francia, la gente realmente tenía muchas ganas de hablar sobre esto porque, durante décadas, nos dijeron que solo sucedía en algunas familias o en algunas clases sociales. Y ahora sabemos que afecta a toda la sociedad, pase lo que pase”, concluye.