El juez levantó el secreto de la investigación sobre los trabajos de Begoña Gómez después de que el fiscal le advirtiera de que el informe de la UCO le dejaba sin argumentos

Juan Carlos Peinado, el juez que investiga la actividad profesional de Begoña Gómez después de recibir una denuncia del pseudosindicato Manos Limpias, se ha resistido a levantar el secreto del sumario hasta las últimas consecuencias. Sólo ha cambiado de opinión, después de recibir un escrito del fiscal en el que le advertía de que el informe de la UCO le había dejado sin argumentos.

El 16 de mayo, Peinado acuerda prorrogar el secreto de las actuaciones porque sostiene que "nada ha cambiado" y el fiscal recurre. El escrito del Ministerio Público recuerda que todo ha cambiado, después de que la Guardia Civil entregara un informe el 14 de mayo -dos días antes- en el que aseguraba que no había indicios de delito contra Begoña Gómez y que la denuncia se basaba en información falsa, inexacta o que no se ha podido acreditar.

Dice el fiscal que "no existía causa ni justificación inicial para declarar el secreto de las actuaciones, pero perseverar en el error cuando se cuenta con un informe de la Guardia Civil, a cuyo contenido nos remitimos, resulta chocante". Y advertía que "la ley procesal no ampara investigaciones a espaldas del investigado y máxime cuando se trata de un delito de tráfico de influencias que enfrenta a penas de prisión en abstracto no superiores a dos años y que difícilmente puede amparar medidas de investigación restrictivas de Derechos Fundamentales".

Nuevas diligencias de investigación

A pesar del informe de la Guardia Civil y del escrito del fiscal que han forzado el levantamiento del secreto de sumario, el juez ha dado un nuevo impulso a la investigación y ha ordenado a la UCO que reclame al Ayuntamiento de Madrid, al Consejo de Deportes y a Red.es todos los contratos adjudicados al empresario Carlos Barrabés que forma parte del equipo que imparte clases en el master que dirige Begoña Gómez.