"El Real Madrid solo tiene una palabra en su ADN... ganar": la narración de Antonio Romero para la 'decimoquinta' Champions League

Otra gran final. Otro día más en la oficina, otra pachanga en la casa de esta generación de futbolistas irrepetibles que está marcando una historia que es brillante. El equipo que solo tiene una palabra en su ADN. Más allá de la posesión, del juego bonito, de quién se lleva la pelota a casa, el ADN del Real Madrid solo tiene un verbo y se conjuga diciendo 'ganar'. Es el verbo que el Real Madrid controla prácticamente en todas y cada una de sus apariciones en esta competición. La fetiche. La de la Liga de Campeones.

Espectaculares los números en un partido en el que el Real Madrid no hizo una buena primera parte, pero qué más da... Porque en la segunda, en el momento en el que el Borussia Dortmund bajó un poquito al pie del acelerador, el Madrid olió la sangre. Toni Kroos, en saque de esquina, la pone en la cabeza del niño que puso la primera piedra de Valdebebas, que es lateral derecho, pero con un remate espectacular de cabeza abrió el marcador.

A partir de ahí el Borussia Dortmund menguó. El Real Madrid creció. Un fallo en defensa... Bellingham se la puso a su colega Vinicius, y Vinicius, quién sabe si para darle lustre al Balón de Oro, anotó el segundo para otra fecha para la historia. Real Madrid 2 - Borussia Dortmund 0.

La decimoquinta ya está aquí, de esta generación, repito, irrepetible, que empezó, por no ir más lejos, en Lisboa con el cabezazo de Sergio Ramos, después llegó Milán, el penalti de Lucas Vázquez, después Cardiff donde Benzema se comió a Karius... Llegó Kiev, Cristiano Ronaldo se despidió con la Champions, apareció París, ahí estuvieron Courtois y Vinicius y hoy aquí, en Londres, el Real Madrid pasa por encima del Borussia Dortmund. Es decimoquinta, es el mejor equipo de la historia. Cuatro futbolistas que superan al histórico Paco Gento. El Real Madrid, sí, es otra vez campeón de la Liga de Campeones.