El agente de policía que fue apuñalado el viernes en Mannheim (oeste) por un individuo que atacó a un conocido militante anti-islam y a otras cuatro personas con un cuchillo ha muerto este domingo a causa de la gravedad de sus heridas. La fiscalía federal del Estado y la Oficina de Investigaciones Criminales de Baden-Württemberg han informado en un comunicado de que el agente había sido operado de emergencia y después fue colocado en un coma inducido, antes de sucumbir a las lesiones sufridas en la cabeza. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha expresado su pésame a los familiares y ha pedido el «máximo reconocimiento» por la labor del «valiente agente», según ha compartido en un mensaje en su cuenta de X. Entretanto, el presunto agresor, contra el que fue dictada ayer una orden de detención por intento de asesinato, todavía no ha podido prestar declaración y sigue hospitalizado tras haber recibido un balazo disparado por otro agente. Los motivos del supuesto atacante, nacido en Afganistán hace 25 años, todavía se desconocen, aunque se conjetura una posible ideología islamista en vista de que el blanco principal de la agresión fue Michael Stürzenberger, un conocido militante anti-islam. El propio Stürzenberger, el primero en ser apuñalado cuando se disponía a intervenir en un acto en la plaza del mercado de Mannheim, ha sufrido heridas en la cara y en el muslo y está recuperándose en el hospital. Uno de los cofundadores de la organización derechista Pax Europa, Stürzenberger ha sido condenado en múltiples ocasiones por incitar al odio contra los musulmanes y se encuentra bajo observación de los servicios secretos de Baviera, que lo han clasificado como extremista. Los otros cuatro heridos fueron apuñalados por el agresor al acudir en ayuda de Stürzenberger y a tenor de los vídeos que circulan en redes sociales, al menos algunos pertenecían a Pax Europa. El difunto policía fue atacado por detrás cuando, en medio de la confusión reinante, trataba de inmovilizar a uno de los militantes de Pax Europa que había agredido por error a uno de los individuos que se había enzarzado en un primer momento con el atacante.