"Hay partidos que no nos abren las puertas": así es el trabajo de los 'lobistas' en la Unión Europea
Tatiana Santos e Irene Rosales trabajan como 'lobistas' en el Parlamento Europeo
Madrid
El Parlamento Europeo es una máquina gigante de producir leyes comunitarias, con más de 700 escaños y decenas de comisiones de trabajo. Aquí están representados, por países y según una distribución proporcional por población, los intereses de los ciudadanos europeos, las empresas y otras instituciones. Quizá uno de los trabajos menos conocidos es el de los llamados '', que no son más que grupos de interés que tratan de impulsar a través de las instituciones unas normas que les beneficien. Aimar Bretos ha entrevistado a Tatiana Santos, coordinadora de política de sustancias químicas de la Oficina Europea de Medioambiente que engloba a más de 180 asociaciones de toda Europa, y a Irene Rosales, responsable de campañas de Lobby Europeo de Mujeres.
En Europa hay más de 25.000 'lobistas', de los que solo el 3% defiende los intereses públicos. Ese es el trabajo de Santos y Rosales: "Hay que diferenciar entre los lobbies de la industria que defienden los intereses privados y económicos de las empresas y los lobbies públicos que forman parte de la sociedad civil, como nuestro caso. Lo que defendemos es completamente diferente, entonces no nos gusta que nos metan en el mismo saco", han explicado.
Estos lobbies no reciben la misma atención por parte de todos. Hay eurodiputados dispuestos a escucharles "siempre", mientras que hay partidos que no les abren sus puertas. "Nosotros somos apartidistas. Nuestra norma es que hablamos con todos y queremos convencer a todos de que merece la pena defender la causa pública y el bien social. Pero, por ejemplo, en cinco años de legislatura, la presidenta de la Comisión Europea nunca se ha reunido con una ONG", han resaltado. Estos lobbies no tienen acceso, han explicado, a la Presidencia de la Comisión. "Irónicamente, el día después de anunciar Úrsula von der Leyen que se presentaba a ser presidenta de nuevo se reunió con las industrias más poderosas del planeta en Amberes para cerrar 'el Pacto de Amberes, que defiende los intereses empresariales", ha recordado Rosales.
Edición especial de 'Hora 25' desde el Parlamento Europeo
01:45:43
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1717451646290/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
El trabajo del 'lobista'
El trabajo del 'lobista', han resaltado, es normalmente "muy corto" porque tienen un tiempo muy limitado durante las reuniones. "Tienes que ser muy efectivo en los mensajes", ha señalado Rosales. Su cometido, dicen, es llevar el mensaje de lo que pasa, la realidad del día a día en un montón de países. Además, trabajan junto a los asistentes parlamentarios que, en ocasiones, tienen "más poder" que los eurodiputados. "Es un trabajo de peso que no hay que perder de vista porque al diputado le llegan los mensajes filtrados, por lo que es importante tener esa conexión", explican.
De hecho, hay ocasiones en las que los lobbies redactan directamente enmiendas que después presentarán los eurodiputados. "Nuestra visión aporta algo que a lo mejor no habían llegado a pensar. Ofreces las enmienda de manera partidista también", ha señalado Rosales. Ambas inciden en que algo que les diferencia de los lobbies empresariales es que deben ser "mucho más creativos", ya que no tienen medios para ofrecer viajes o comidas como hacen las empresas. "Nosotros aportamos la evidencia científica y aportamos datos. Entonces, cuando un eurodiputado tiene que decidir sobre una normativa que probablemente no conozca, se asesoran a través de nosotros", han relatado.